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Bogotá, Colombia – 21 de agosto de 2024 – El Ministerio de Hacienda y Crédito Público ha confirmado un aumento significativo en el precio del diésel, que se implementará de manera escalonada para reducir el impacto en los costos de transporte. El incremento, que sumará $6.000 en total, se aplicará en tres ajustes semestrales de $2.000 cada uno, comenzando este año y continuando hasta finales de 2025. Esta medida es parte de los esfuerzos del gobierno por cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC).
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla González, explicó que el precio del diésel ha estado congelado desde enero de 2020, mucho antes del inicio de la pandemia. A pesar de los incrementos en los precios internacionales del petróleo, el costo del diésel no se ajustó para el consumidor final, lo que ha incrementado significativamente el déficit del FEPC. Este déficit, que se acumuló principalmente en los últimos dos años, cerró en $100,3 billones en 2023, de los cuales el 73% corresponde a dicho período.
El subsidio al diésel, que actualmente mantiene el precio en $9.600 en lugar de los $11.600 que debería costar según el mercado, es considerado por el ministro como «inequitativo e ineficiente», ya que beneficia desproporcionadamente al 10% más rico de la población, quienes reciben 10 veces más beneficios del FEPC que el 10% con menores ingresos.
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A diferencia del ajuste en los precios de la gasolina realizado el año pasado, que se hizo de manera mensual, el aumento en el precio del diésel será más gradual, con el fin de minimizar su impacto en los fletes de los transportadores, quienes son los principales consumidores de este combustible. El primer ajuste de $2.000 se aplicará antes de finalizar 2024, seguido de dos incrementos más en 2025.
A pesar de varias mesas de negociación con los gremios del transporte desde octubre del año pasado, no se logró un acuerdo, lo que obligó al gobierno a tomar esta decisión unilateralmente. «Aumentar el precio del diésel será la próxima medida impopular que tendrá que tomar este Gobierno, pero es necesaria para corregir las distorsiones económicas actuales», afirmó Bonilla.
El ajuste en el precio del diésel se alinea con los objetivos del gobierno de transición energética y descarbonización de la economía, al tiempo que busca reducir el gasto fiscal asociado al subsidio de combustibles fósiles. Este enfoque es crucial para reducir la inflación, que actualmente se sitúa en 6,86%. El ministro expresó su confianza en que la inflación podría bajar al 5,5% a finales de 2024, lo que permitiría al Banco de la República reducir la tasa de referencia del 10,75% al 8,5% para el cierre del año.
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