El proyecto IP Conexión Centro ha desatado un intenso debate entre los líderes políticos y gremiales de Risaralda, Caldas y Quindío, enfrentando a estos departamentos en torno a la distribución de la inversión en obras viales. Mientras Risaralda y Caldas solicitan una mayor equidad en la priorización de obras, los dirigentes de Quindío respaldan la prioridad dada a la doble calzada Calarcá – La Paila.
Mediante un comunicado dirigido al presidente de la ANI, Francisco Ospina, y firmado por 93 líderes de Risaralda y Caldas, incluidos alcaldes, gobernadores, congresistas, concejales, diputados y rectores de universidades, se manifestó el desacuerdo con la propuesta privada para sustituir a Autopistas del Café por la nueva concesión IP Conexión Centro. Los firmantes piden revisar y ajustar el paquete de obras para que refleje un equilibrio entre el recaudo y los beneficios para Risaralda y Caldas, señalando que el 80% de la inversión se destinaría a vías que conectan Quindío con el Valle del Cauca, específicamente a la vía Calarcá – La Paila.
Desde principios de año, la desproporción en la inversión ha sido un tema de discusión, ya que, según la concejala de Santa Rosa de Cabal, Gabriela Rendón, los siete peajes que seguirían operando no reflejan mejoras en las vías de Risaralda y Caldas. Las obras viales proyectadas tienen un horizonte de seis años, aunque la concesión IP Conexión Centro durará otros 30 años en el corredor Manizales – Pereira – Armenia. Entre tanto, la concejala de Dosquebradas, Camila Correa, explicó que en dicho periodo se recaudarán cerca de 9 billones de pesos por peajes, pero solo se invertirán 2.82 billones, gran parte de estos en la vía La Paila – Calarcá.
Al respecto, dirigentes del Quindío han expresado su malestar con las demandas de Risaralda y Caldas y reafirmaron su apoyo a la construcción de la doble calzada, que lleva cerca de 25 años sin concluirse. Argumentan que el peaje del Quindío es el que más dinero aporta a la región sin haber visto hasta ahora inversiones significativas en sus vías.
En respuesta, la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ha indicado que están realizando un análisis técnico, financiero y jurídico para incorporar al proyecto soluciones a las peticiones de las comunidades, expresadas en las audiencias realizadas en varias ciudades del Eje Cafetero en diciembre pasado. Esta respuesta fue dirigida a Karen Daniela Patiño López, coordinadora del Centro de Observación para la Infraestructura de Caldas, y a Ana María Cuartas, directora ejecutiva de la Sociedad de Mejoras Públicas de Pereira-ProRisaralda.
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La interpretación de la respuesta de la ANI por parte de analistas del Quindío sugiere que se incorporarán al proyecto las observaciones de las audiencias de diciembre de 2023, pero no necesariamente las sugerencias de los dirigentes de Caldas y Risaralda contenidas en la carta emitida en mayo.
El conflicto ha reflejado la tensión entre la necesidad de desarrollo vial en el corredor Manizales – Pereira – Armenia y la importancia estratégica de la vía Calarcá – La Paila para la conexión Bogotá – Buenaventura. La resolución de este desacuerdo será crucial para el futuro del Eje Cafetero y su infraestructura vial, con un llamado generalizado a la ANI para asegurar que las inversiones sean equitativas y beneficien a todos los departamentos involucrados.
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