La educación virtual implica un cambio, una oportunidad de contar con una educación inclusiva y con cobertura de calidad y, por eso, dejar de creer que la educación virtual es de baja calidad o no ofrece la misma exigencia académica que la presencial es uno de los principales retos en la actualidad. Esta modalidad es una gran alternativa para formarse, pero el secreto está en asumirla con compromiso y disciplina.
El estudiante es parte fundamental de este proceso, ya que su dedicación, autogestión y disciplina son la llave del éxito para explotar al máximo las herramientas tecnológicas que esta modalidad nos ofrece.
De acuerdo al Ministerio de Educación Nacional, “la educación virtual, también llamada ‘educación en línea’, se refiere al desarrollo de programas de formación que tienen como escenario de enseñanza y aprendizaje el ciberespacio. Desde esta perspectiva, la educación virtual es una acción que busca propiciar espacios de formación, apoyándose en las TIC para instaurar una nueva forma de enseñar y de aprender”.
La virtualidad ha cambiado la forma de educarse y ha impactado a la sociedad positivamente, permitiendo el progreso y nuevas competencias que logra enriquecer el perfil laboral de los estudiantes.
Es necesario entender que para el caso de los colegio virtual esta modalidad genera espacios orientados a que el estudiante obtenga un aprendizaje significativo. Por esto, uno de los grandes retos es lograr que el estudiante, con el apoyo del docente, adquiera habilidades de autoaprendizaje y se haga responsable de su proceso educativo, para lograr intercambio académico y cumplimiento de los objetivos del programa.
A pesar de ciertos temores frente a la educación virtual, esta modalidad de enseñanza ha tenido un auge vertiginoso. Su masificación genera adeptos y también adversarios, resultado tal vez del desconocimiento o de falsas expectativas sobre sus verdaderos alcances.
Entre diversos mitos a su alrededor, surge una realidad: las tecnologías están facilitando el aprendizaje, democratizando el conocimiento y entregando beneficios únicos para el intercambio académico.
Mitos de la educación virtual
La calidad no depende de la modalidad educativa (hay experiencias buenas y malas en diferentes modalidades). Cuando se combinan las metodologías presenciales o tradicionales con las nuevas metodologías con tecnología, se alcanza una calidad mayor. Como ya lo hemos nombrado la educación virtual se ha convertido en un proceso que implica en su totalidad un seguimiento personal y autónomo. Para el caso de las instituciones educativas en Colombia, más allá de seguir el proceso tradicional, existe la opción de ingresar a mejores colegios de Bogotá. En ese sentido y una de las claves de la educación personalizada virtual o educación tradicional virtual es estar de acuerdo con el contenido del curso, los docentes y las metodologías que se aplicarán. La modalidad, necesariamente, no representa calidad.
No se debe confundir la educación virtual con cursos o tutoriales porque son temas muy diferentes. A pesar de que el acompañamiento en la educación virtual es digital y sincrónica, siempre va a existir algún tipo de seguimiento o acompañamiento. Sin embargo, este no se compara con el acompañamiento que se da en un ambiente presencial por su inmediatez en la interacción y comunicación entre profesor y estudiante.
Para nada la modalidad en la que se estudia es un obstáculo para adquirir algún trabajo en el área que se desea, pues estas formas de estudiar no implican más o menos habilidades en el estudiante a la hora de presentar una entrevista o demostrar sus capacidades en el trabajo. Mientras se cumpla con los requerimientos solicitados por la empresa en cuestión de finalización de estudios y de experiencia, la educación virtual no debe ser un obstáculo.
Esta es una duda regular dentro de las personas que desean aplicar a esta nueva modalidad y una de las cuales representa una clave al momento de elegir si se desea o no hacer parte de una institución virtual o presencial. Esto depende netamente de la institución. Hay colegios virtuales que tienen plataformas interactivas que no son necesariamente en vivo, pero, que aun así, dan la posibilidad de interactuar dinámicamente entre estudiante y el material de estudio Por otro lado, muchas de esas instituciones sin dan clases en vivo que de igual modo, son grabadas y están a la manos del estudiante.
Todo este proceso de digitalización ha sido nuevo para todos y se ha convertido en una dinámica de adaptación que grandes, chicos y jóvenes que día a día han tenido que aprender cosas nuevas respecto a la tecnología. No se deben tener conceptos básicos ya claros para poder entrar a una institución de educación virtual, esto no es un requisito. Por la misma transformación repentina, todos estamos aprendiendo de lo que se está viviendo en cuanto a educación en tiempos de Pandemia.
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