La votación final en el Senado fue de 63 votos a favor y 13 votos en contra, ahora deberá pasar a Cámara de Representantes y posteriormente a sanción presidencial.
«Ha sido aprobada la totalidad de la reforma tributaria en el Senado de la República», dijo casi sobre la medianoche, el presidente del Senado, Roy Barreras. Con este nuevo proyecto de reforma, el Gobierno pretende recaudar alrededor de 20 billones de pesos.
Por otro lado, la Cámara de Representantes levantó la sesión y continuará este jueves con el debate y la votación del articulado.
La oposición no logró excluir el artículo en el que se establece que las empresas de hidrocarburos no podrán deducir de renta el pago de regalías.
Esta disposición, según expuso el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, es esencial para el recaudo previsto. «Este artículo, al igual que el artículo 10 que tiene las sobretasas de renta para petróleo y carbón, son elementos esenciales de esta reforma», sostuvo ante la plenaria.
Según Minhacienda, “la no deducibilidad de las regalías apenas representa una sobretasa de alrededor del 3% para el petróleo”, aunque es un poco mayor para el carbón, que se equilibraría con una tasa más baja en el impuesto de la sobretasa de renta.
Entre tanto, la sobretasa de renta para el sector minero energético se fijará en función del precio internacional de los últimos diez años, así: para el petróleo, sería progresiva de 5%, 10% y 15%, y para el carbón, del 5% o 10%
Tras el debate en Senado, la oposición logró hundir el artículo con el que se gravaban las actividades de las iglesias, distintas al rito o culto.
Otro de los debates fuertes se dio en torno al impuesto a los alimentos ultraprocesados y con alto contenido de azúcares añadidos. Mientras la bancada de gobierno lo defendió, como un mecanismo para desestimular el consumo de estos productos y favorecer la salud de los colombianos, senadores de la oposición se apartaron de esta iniciativa por considerar que tendría un fuerte impacto en los ingresos de los tenderos.
Otros argumentaron que la reducción del consumo de estos productos que pueden resultar nocivos para la salud debe lograrse mediante campañas educativas y no mediante la fijación de impuestos que, de todos modos, terminarán pagándolos los sectores populares que los compran.
En la discusión, el ministro de Hacienda y los ponentes también precisaron que no se impondrán impuestos al pan, la miel, derivados lácteos, bocadillos ni a las obleas.
La reforma contempla sanciones penales para los grandes evasores de impuestos, que sean reincidentes.
Al término de la maratónica sesión, que se extendió por casi 15 horas, el ministro del interior, Alfonso Prada, destacó el amplio debate que se dio alrededor del articulado del proyecto, que terminará su trámite con la plenaria de la Cámara y la posterior conciliación de los puntos en los que no haya coincidencias.
“Le podemos decir al país que fue un debate serio, profundo, democrático y con toda la argumentación de lado y lado, para votar razonablemente cada uno de los artículos que hacen parte de esta reforma tributaria”, afirmó el ministro del Interior.
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Aunque aún no se ha terminado de aprobar la reforma tributaria en el Congreso, ya fue anunciada la primera demanda en su contra.
Así lo confirmó el senador Miguel Uribe, del Centro Democrático, quien señaló que acudirá a la justicia para intentar reversar las decisiones que fueron aprobadas por el Senado.
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