Dada su posición geográfica en el mundo y a las características de su orografía, con muchas cadenas montañosas y grandes variaciones climáticas incluso en vertical, Colombia tiene una variedad increíblemente alta de producción de cultivos, desde tropicales como los plátanos hasta de zonas templadas, como el trigo o la patata.
Sin embargo, estas diferencias drásticas entre zonas cercanas pueden suponer un problema para los agricultores menos experimentados, incapaces de obtener suficiente ayuda o información de sus colegas de profesión al tener condiciones climatológicas distintas. Por suerte, los avances tecnológicos, como es el caso de los programas de monitorización de cultivos, permiten a los agricultores conocer el estado de salud de sus cultivos a distancia, detectar diferentes tipos de enfermedades de las plantas, identificar el nivel de agua y nutrientes que hay en el suelo, etc. Otra ventaja importante es que favorecen la agricultura de precisión y, por tanto, disminuyen la necesidad de utilizar fertilizantes químicos, cuyo uso es un riesgo tanto para el medio ambiente como para la salud de personas y animales.
Razones para invertir en la industria agrícola colombiana
Existen muchas razones para invertir en agricultura en Colombia, algunas de las más importantes son las siguientes:
- Entorno económico favorable. Colombia es una de las mayores fuerzas económicas en Latinoamérica, sumado a una mayor facilidad para hacer negocios que sus vecinos de región, gracias sobre todo a los incentivos a la inversión y su mano de obra cualificada. La OCDE situó a Colombia al mismo nivel que México o Chile en temas como posicionamiento e influencia global, mejores políticas públicas o nivel de confianza e inversión.
- Potencial de su tierra. La superficie del país es la 5ª más grande de Latinoamérica y el campo colombiano es tiene 40 millones de hectáreas sobre las que se podría cultivar, con apenas 8 millones siendo cultivados actualmente. De acuerdo con un informe de la UPRA, la aptitud de dichos millones de hectáreas se sitúa en un nivel medio o alto, en las cuáles se podría cultivar de forma masiva palma de aceite, cacao o piña.
Asimismo, su entorno tropical también se ajusta perfectamente al desarrollo de actividades forestales, obteniendo un alto rendimiento en la producción y con ciclos de rotación más cortos que en otras partes del mundo.
- Logística. Sin duda, un punto diferencial para Colombia es que es el único país de Sudamérica con acceso al océano Pacífico y al mar del Caribe (y potencialmente el océano Atlántico) al mismo tiempo. Esta inmejorable situación geográfica puede permitir al país convertirse en una potencia regional si sabe ajustar los precios del coste del transporte en un nivel competitivo.
- Sostenibilidad. Colombia es uno de los países de la zona con mayor compromiso con la sostenibilidad del medio ambiente, prueba de ellos son las múltiples certificaciones que pueden encontrarse en los productos del país, tales como Rainforest Alliance, Fair for Life o Fairtrade, por mencionar algunas. Además, en Colombia existe una preocupación por la sostenibilidad que va más allá de lo relacionado con el medio ambiente, el aspecto social es muy relevante, especialmente cuando se trata de mejorar las condiciones y calidad de vida de las comunidades indígenas.
La situación geográfica, climática, política y social de Colombia, sumado a su constante desarrollo, hacen de él un firme candidato para convertirse en un actor importante en los próximos años, no solo en la región, también a nivel mundial, en lo que se refiere a la producción de alimentos. Sus esfuerzos por impulsar la economía, especialmente la de negocios pequeños y medianos, harán que los agricultores locales puedan buscar una mayor productividad en sus campos y unos márgenes más altos a lo largo de la cadena de valor. Priorizar en la industria agrícola es una tendencia al alza que ofrece a aquellos países con las condiciones adecuadas el poder acceder a suculentos mercados de exportación como pueden ser Europa, Estados Unidos o Asia oriental.
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