Los dos últimos años han supuesto un problema considerable para la economía familiar de muchas personas. La situación insólita creada por la COVID ha supuesto la pérdida de nuestros puestos de trabajo, el cierre de negocios y la pérdida de poder adquisitivo de muchos ciudadanos. Un contexto en el que muchas personas han podido tirar de ahorros mientras que otras han tenido que ir recurriendo a diversos créditos para salir adelante.
Afortunadamente, los tiempos de la Covid han quedado atrás pero no sus consecuencias. Y en lo que se refiere a las deudas pendientes, muchas personas se encuentran con diferentes pequeños préstamos que ahogan su economía doméstica y les impiden avanzar. Para resolver este problema puede ser interesante recurrir a un préstamo para reunificar deuda. Una solución que te permitiría pagar una única cuota más baja que la suma de cuotas que estés cagando actualmente y que te daría aire en caso de que lo necesites. Te contamos todo lo que debes saber a continuación.
La reunificación de deudas es un proceso por el cual se solicita un nuevo préstamo cuyo objetivo será abonar las deudas acumuladas en otros préstamos o créditos de menor cuantía. Una vez completada la operación, el usuario tendrá un único préstamo de una cuantía similar a la suma de las deudas que tenía, pero probablemente a un tipo de interés algo menor, dado que al incrementarse esa cantidad también es posible negociar intereses más favorables.
Una vez ejecutado el proceso e ingresado el dinero en nuestra cuenta, no tendríamos más que abonar esos pequeños préstamos e ir pagando el principal conforme a lo que hayamos elegido. Un proceso que tiene la ventaja de que nos ahorrará algo de dinero, por ese diferencial de intereses. También nos permitirá disponer de más dinero a final de mes dado que la cuota final de ese préstamo grande seguramente será más pequeña que la suma de los pequeños préstamos que tuviéramos solicitados.
No obstante, conviene saber que estas operaciones tienen algunos gastos. Estos no se derivan de la solicitud de nuevo préstamo, que generalmente no debería generar gasto alguno, signo de la cancelación del resto de préstamos que tuviéramos contratados. Por eso, conviene verificar los diferentes contratos de préstamo que tengamos y cuál es el importe de esa cancelación, a fin de valorar si la misma finalmente nos resulta interesante.
El proceso de reunificación de deudas no requiere de nada en especial o diferente respecto a la solicitud de un crédito o préstamo convencional. Para importes no muy elevados, que no superen los 3.000 € a 5.000 €, generalmente basta con una nómina, una declaración de la renta, documentación de identidad de la persona y algún recibo donde se acredite el domicilio y cumplimentar la solicitud correspondiente. Si todo está en orden, tendremos una respuesta prácticamente inmediata de la operación y, si la misma es positiva, el dinero llegará a nuestra cuenta en un plazo de 1 a 3 días hábiles aproximadamente.
En caso de que el importe sea algo mayor del indicado, sí es posible que la entidad nos pida algún elemento más, como puede ser algún aval o similar. No obstante, esto sólo sería aplicable en el caso de que nuestra garantía personal no fuera suficiente para conseguir ese préstamo. De todos modos, la mayor parte de entidades del mercado tiene unos requisitos cada vez más flexibles, por lo que no tendremos problema en encontrar un préstamo adecuado tanto para nuestras necesidades financieras como para acceder a una cuota asequible para nuestra economía doméstica.
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