Caficultores Colombianos enfrentan un futuro incierto

En medio de la incertidumbre que rodea a los caficultores colombianos, el último encuentro nacional de Dignidad Cafetera, celebrado en Pereira, dejó en evidencia la necesidad urgente de pasar de las palabras a las acciones para abordar la problemática del bajo precio del grano, los elevados costos de producción y la crisis que amenaza a las cooperativas.

El presidente de Dignidad Agropecuaria Colombiana, Alexander Taborda, expresó la frustración del gremio ante lo que consideran una falta de medidas concretas para resolver los desafíos que enfrentan. A pesar de numerosas reuniones, foros y declaraciones de intenciones, los compromisos adquiridos en las mesas de trabajo con el Gobierno y la Federación Nacional del gremio han quedado en meras buenas intenciones, sin traducirse en acciones tangibles.

Taborda subrayó que, al evaluar las gestiones realizadas por su organización y otras externas, el panorama se torna cada vez más incierto. La falta de soluciones ante la situación crítica del precio del café, los costos de producción y la crisis que amenaza el cierre de varias cooperativas ha llevado a una sensación de desesperanza entre los caficultores.

En cuanto a la democracia institucional, un punto clave en el diálogo, se destacó la necesidad de que todas las organizaciones cafeteras estén debidamente informadas y de que la Federación Nacional proporcione datos pertinentes sobre las necesidades de los caficultores. Este llamado a la transparencia busca llegar a un acuerdo unificado que refleje tanto la situación de la organización como la de los caficultores en el campo.

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Las controversias actuales, aunque fundamentadas, generan divisiones en la percepción de cómo se ha manejado el fondo y la Federación. Sin embargo, en este momento crítico, lo esencial es encontrar soluciones para la coyuntura y preservar a las familias cafeteras antes de que las cooperativas se vean obligadas a cerrar, forzando a los campesinos a abandonar la producción de café.

Taborda enfatizó que, si bien las controversias sobre el discurso de la Federación Nacional de Cafeteros son válidas, la prioridad actual es la estabilidad del producto en términos de insumos, precio y sostenibilidad para las familias cafeteras. Se requieren acciones concretas y soluciones reales en lugar de más discusiones y posibles medidas.