Se juntaron en el centro del campo, aplaudieron a las cuatro esquinas del Mineirao, buscaron el sitio donde estaban sus familias y ofrecieron una gran victoria, un debut soñado. Colombia terminó goleando 3-0 a Grecia en su primer partido en el Mundial de Brasil. ¡Cómo no contagiarse de esta alegría! ¡Cómo no festejar al lado de estos 57.000 colombianos que se tomaron un estadio brasileño y lo hicieron ver como si fuera el Metropolitano, el Atanasio Girardot o El Campín!.
Todo fue muy rápido. Como Juan Guillermo Cuadrado, que prendió la moto para recibir un pase desde el fondo de Abel Aguilar y luego tocó atrás. Luego James Rodríguez amagó con pegarle, pero terminó abriéndole la vía a la pelota. Y allá llegó Pablo Armero. Cayó al área griega y sacó un remate con la pierna derecha cargado de alegría. La bola se desvió en el zaguero Konstantinos Manolas y dejó mirando para otro lado al portero Orestis Karnezis. ¡Gol, sí, gol! Un gol para prender la mecha de la fiesta de 57 mil espectadores que llenaron el Mineirao, vestidos de amarillo, azul y rojo de pies a cabeza.
Grecia casi devuelve el golpe tan rápido como se lo dio Colombia, pero Panagiotis Koné se resbaló al patear y la bola se fue lejos del arco de Ospina. A partir de ese momento, los de amarillo se refugiaron en su campo para esperar y les dieron la pelota a los de azul. Entonces Grecia comenzó con timidez, luego se tomó confianza y ya al final de la primera etapa, ya pusieron a trabajar en serio a la defensa de Colombia. Y terminando ese primer tiempo generaron la opción más clara del juego, otro remate de Kone, que esta vez sí pudo entrarle de lleno a la pelota. El remate hizo volar a David Ospina y vibrar a los hinchas colombianos.
Había que recuperar la pelota, respirar profundo y olvidarse de los nervios del debut. Y el equipo lo entendió rápido, con los mismos hombres, pero con Ibarbo ya metido como segundo delantero. Y Colombia empezó a ganar metros. Y la acción del partido ya era más cerca del arco de Karnezis que del que custodiaba David Ospina. Hasta que llegó un tiro de esquina que James cobró cerrado, Abel alcanzó a tocar y Teo, debajo del arco, metió el 2-0, a los 13 minutos del segundo tiempo. Suficiente para, ahora sí, tomar el control del partido del todo.
Grecia intentó, tímidamente, buscar el descuento. Colombia respondió con un volante de marca más en el campo, cuando Pékerman sacó a Aguilar y metió a Alexánder Mejía. Y luego, el DT argentino refrescó la nómina con cambio de posición por posición: Santiago Arias por Armero y Jackson Martínez por Teo. El cierre fue de toque para equilibrar el medidor de la posesión de balón, que se había inclinado mucho hacia el lado griego en el primer tiempo.
Parecía cerrado el tema. Pero James Rodríguez quería su gol. Ya había tenido un par de opciones. Terminó siendo protagonista central de la fiesta: hizo un movimiento táctico en el primero, puso el centro para el segundo y marcó el tercero a los 45, tras un lindo taco de Cuadrado. Fue un cierre de oro para el debut soñado de Colombia. Pero el Mundial apenas comienza. Costa de Marfil, el jueves en Brasilia, será el siguiente reto. Por ahora, a festejar. Con mesura, que se ganó un partido. Nada más.
Fuente:
JOSÉ ORLANDO ASCENCIO / EL TIEMPO
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