La llegada de la temporada de lluvias ha encendido las alarmas en el departamento de Risaralda, donde ya se registran afectaciones significativas en varias zonas. Las autoridades han hecho un llamado a los alcaldes de los 14 municipios para que activen sus planes de contingencia y estén listos para responder ante las emergencias que puedan surgir debido a las lluvias intensas y el riesgo de desastres naturales.
Quinchía, el municipio más afectado hasta el momento
Uno de los municipios más impactados por el mal clima es Quinchía, donde un fuerte vendaval ha afectado a más de 100 personas en las veredas de Santa Cecilia, Argentina Alta, Villanueva y Piñales. Las ráfagas de viento causaron graves daños en viviendas y cultivos, dejando a varias familias en situación de vulnerabilidad. Ante esta situación, las autoridades locales han desplegado equipos de emergencia para brindar asistencia a los damnificados.
La coordinadora departamental de Gestión del Riesgo de Desastres, Diana Carolina Ramírez Laverde, ha alertado sobre un 71 % de probabilidad de que el Fenómeno de La Niña se presente en la región, lo que podría agravar las condiciones climáticas en las próximas semanas. Este fenómeno trae consigo lluvias más intensas y prolongadas, aumentando el riesgo de deslizamientos de tierra, inundaciones y vendavales en las áreas más vulnerables del departamento.
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Alerta amarilla en Pueblo Rico
El Ideam, en su más reciente boletín informativo, ha señalado que el municipio de Pueblo Rico se encuentra en alerta amarilla debido a la posibilidad de deslizamientos de tierra en algunas de sus zonas rurales. Las autoridades locales han sido instruidas para mantener un monitoreo constante y estar listas para evacuar a la población en caso de que se presente una emergencia.
Gobernación de Risaralda en monitoreo permanente
La Gobernación de Risaralda ha reiterado su compromiso de mantenerse en monitoreo permanente de la situación climática en el departamento. Los equipos de respuesta de la Gestión del Riesgo de Desastres están en alerta para intervenir rápidamente en caso de que se reporten nuevos incidentes en los municipios. El objetivo es minimizar los riesgos y salvaguardar la vida y los bienes de las comunidades afectadas.
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