Las nuevas disciplinas que comen terreno a los deportes tradicionales

Hace pocos años saltaron algunas alarmas en el Comité Olímpico Internacional (el COI): las audiencias de sus eventos, que habían sido excepcionales durante décadas, estaban bajando en picado. La razón que barajaban desde este organismo es que el cambio generacional estaba provocando que muchos de los deportes que habían sido de seguimiento masivo anteriormente ahora estaban perdiendo tirón. La primera de las soluciones que se platearon fue incluir nuevas disciplinas que conectasen más con los jóvenes, como el windsurf o la escalada, entre otras.

El ejemplo de los deportes electrónicos

Pero no pareció ser suficiente y la sangría de audiencia continuaba. Así pues, optaron por soluciones más agresivas y apareció la posibilidad de incluir a los deportes electrónicos como nueva disciplina olímpica. Los eSports están consiguiendo, en la actualidad, cifras que se mueven en torno a los 500 millones de espectadores anuales, por lo que es innegable que tienen un gran seguimiento por parte de esa generación a la que el COI quería llegar. Obviamente, este hecho no estuvo exento de polémica, pues muchos de los aficionados “clásicos” no acababan de ver con buenos ojos que una disciplina menos “física” estuviese entre los deportes olímpicos.

Pero lo cierto es que el fenómeno de los eSports parece imparable. Sus eventos están creciendo y situando a algunos de sus torneos estrella como acontecimientos de primer nivel en materia de seguimiento. Por poner el ejemplo del año pasado, uno de géneros más destacados, los “shooters”, tuvieron en Counter-Strike al título que copó gran parte de la audiencia en sus competencias principales; CS:GO ocupó el lugar quinto y sexto, con sus “Major”, de lo más visto en Twitch y aglutinó buena parte de los pronósticos que se realizan en los más relevantes portales de apuestas para discernir qué equipo puede alcanzar el mayor reconocimiento internacional.

Por ello, los pasos del COI son lentos pero firmes de cara a la integración de estas disciplinas dentro de su federación. Si bien este hecho todavía no se ha oficializado, lo cierto es que ya existen diversas iniciativas que acercan la realidad a lo que ya se anunció. Por lo pronto, en junio de este año se celebrará, en Singapur, la Primera Semana Olímpica de eSports, donde además de competiciones, habrán conferencias, presentaciones y demás actividades. Además, habrá torneos físicos híbridos y simulados.

La UFC y su espectáculo

El mundo del deporte está evolucionando al ritmo que marcan los gustos de los espectadores. Y los eSports no son el único ejemplo. Si bien el fútbol y otras disciplinas masivas siguen en los primeros lugares en materia de audiencias, también lo es que están apareciendo nuevos “actores principales” en este escenario. El caso más evidente es el de las MMA y, especialmente, la UFC. Esta organización ha puesto a las artes marciales mixtas bajo el foco de millones de personas a nivel internacional. Lo que empezó como un deporte sangriento y, para muchos (incluso los propios seguidores de los deportes de contacto), demasiado violento, es hoy un fenómeno de masas.

El éxito de la UFC está íntimamente ligado a la gestión de su Presidente, Dana White, que ha sabido crear un espectáculo que atrae a millones de personas a través de una promoción bien estudiada y la organización de eventos muy enfocados a conseguir audiencia. Tal vez el impacto más relevante se consiguió con la incorporación de Conor McGregor, un luchador que se hizo mediático por sus declaraciones y la espectacularidad de su lucha. Su carácter fanfarrón y extrovertido conectó muy bien con los medios y los espectadores. Y White supo sacar un importante rédito de ello para colocar a la UFC en el mapa. Hoy, ese trabajo se ha materializado con ingentes ventas de Pay-per-View para los combates de otros peleadores y cada fin de semana es un nuevo avance de esta organización, en materia de relevancia mundial.

Aunque nos hayamos enfocado en estos dos ejemplos, eSports y MMA, lo cierto es que las preferencias de los espectadores, en gran medida por un cambio generacional, están evolucionando y se centran en disciplinas diferentes de las que reinaban hace, apenas, dos décadas. También ha tenido que ver con ello la forma de seguir estos eventos. La televisión tradicional está dejando paso a nuevas fórmulas, como las redes sociales, para visualizar las retransmisiones. El caso más evidente ha sido el de los deportes electrónicos y canales como Twitch o YouTube, que se convirtieron en las plataformas por excelencia para el seguimiento de sus campeonatos. Un nuevo formato más atractivo para unos jóvenes que disfrutan de esta disciplina con una modalidad más libre y que conecta mejor con ellos. Este es otros de los aspectos que algunos de los deportes “clásicos” tendrán que tener en cuenta si no quieren perder el tren de la audiencia.