La Alcaldía de Tuluá ha ordenado la retirada del símbolo que representaba al exalcalde John Jairo Gómez de la Plaza Cívica Boyacá, desatando una nueva polémica en la ciudad. Este emblema, instalado durante la administración de Gómez, ha sido eliminado debido a las medidas judiciales que han cuestionado su gestión, según un comunicado emitido por la actual alcaldía.
Los habitantes de Tuluá fueron sorprendidos al notar la ausencia del símbolo en la plaza principal, una decisión que ha generado diversas reacciones en la comunidad. Operarios fueron vistos retirando el logo y sus letras, acción que fue compartida en redes sociales mediante un video que se volvió viral.
En el comunicado oficial, la Alcaldía expresó que mantener el símbolo en la Plaza Cívica Boyacá era insostenible, ya que representaba un gobierno altamente cuestionado por las medidas judiciales tomadas por la Fiscalía General de la Nación. Además, se mencionaron las afectaciones causadas por la violencia durante ese periodo, incluyendo pérdidas de vidas y casos de extorsión.
El artista Tulueño, James Moncada Esquivel, quien diseñó el símbolo, manifestó su desacuerdo con la decisión de retirarlo. Expresó que su trabajo fue realizado con dedicación y amor, y lamentó que no se haya consultado a la ciudadanía. El símbolo, para él, representaba el orgullo de los Tulueños a nivel regional y nacional.
La controversia en Tuluá se suma a la reciente captura del exalcalde John Jairo Gómez y otros cuatro exfuncionarios por presuntas anomalías en contratos. Aunque ninguno de ellos ha aceptado cargos, están siendo investigados por delitos como concierto para delinquir, interés indebido en la celebración de contratos, contrato sin el cumplimiento de requisitos legales y peculado por uso.
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La medida también afecta al excontratista Javier Harrison Amaya, quien está siendo investigado por presunta concertación en la concesión irregular de contratos. Los capturados enfrentan imputaciones relacionadas con contratos con presuntas anomalías y favorecimiento a terceros.
Esta nueva decisión de la Alcaldía de Tuluá, junto con el contexto de las recientes capturas y las investigaciones en curso, ha generado un debate intenso en la ciudad y ha puesto en primer plano el tema de la gestión pública y la transparencia en el ejercicio del poder.
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