El clima de violencia sigue cobrando vidas en el norte del Valle, donde en las últimas horas se han registrado dos casos aislados de asesinato en los municipios de La Unión y Bolívar, sumiendo a la comunidad en una profunda tristeza y preocupación.
En La Unión, las autoridades hicieron un macabro hallazgo en una zona rural, en la mañana de este domingo, cuando descubrieron el cuerpo sin vida de una mujer que, posteriormente, fue identificada como Yénifer Arango Montoya, una joven de 25 años oriunda de Cartago. Su cuerpo presentaba múltiples heridas causadas por un arma de fuego, lo que ha generado angustia y una sensación de inseguridad en la región.
Las autoridades, tras horas de investigación, lograron determinar la identidad de la víctima gracias a los tatuajes que llevaba en distintas partes de su cuerpo. Ahora, se encuentran en la tarea de esclarecer las circunstancias que rodearon este trágico suceso, buscando respuestas que alivien el dolor de los seres queridos de Yénifer.
Mientras tanto, en el corregimiento de La Primavera, zona rural de Bolívar, otro acto de violencia arrebató una vida. Se trata de Aicardo Serna Hincapié, un reconocido transportador de 52 años, quien fue víctima de varias heridas mortales provocadas con un arma cortopunzante. Según las primeras versiones, el responsable de este ataque mortal sería su hijastro de tan solo 20 años, quien posteriormente fue capturado por las autoridades policiales.
El trágico suceso ocurrió a la altura de la vereda Alfa, frente a la finca La Rivera, en jurisdicción del municipio de Bolívar. Esta noticia ha generado una gran consternación en la comunidad, que lamenta la pérdida de un hombre reconocido en la región por su labor.
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Estos dos casos, que se suman a la creciente ola de violencia en la región, reflejan una realidad preocupante y dolorosa. Las autoridades correspondientes han iniciado las investigaciones pertinentes para esclarecer estos crímenes y llevar a los responsables ante la justicia.
En medio de este clima de tristeza y desolación, se espera que las autoridades tomen medidas contundentes para frenar la violencia y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos en la zona norte y centro del Valle.
La comunidad clama por un cambio que les devuelva la tranquilidad y la esperanza de un futuro sin violencia.
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