En la vereda Morro Azul, zona rural de Sevilla, en el norte del Valle del Cauca, no salen del asombro por el envenenamiento tres millones de abejas que hacían parte de una empresa apícola del sector.
Según Julio César Campusano, dueño del apiario, manos criminales llegaron en la noche del pasado viernes hasta un predio de su propiedad y echaron un químico a 30 colmenas de abejas que mató de inmediato a los insectos.
“Nos dimos cuenta porque todos los días vamos a revisar las abejas. Ese sábado no vimos movimiento de los insectos y cuando destapamos las colmenas vimos a todos los animalitos muertos”, cuenta don Julio.
“Fue terrible ver tanta abejita en esas condiciones, unos seres indefensos que solo ayudan al medioambiente. El que hizo esto lo hizo de noche porque de día lo hubieran picado”, agrega.
Según el apicultor, cada una de las colmenas tiene más de 100.000 abejas que están constituidas por tres clases de animales: zánganos, obreras y la abeja reina.
“El químico que les echaron es muy similar al cemento. No les dio tiempo de nada”, cuenta don Julio.
El apiario del señor afectado es reconocido en el sector pues sirve para la producción de miel y cera de abejas lo cual genera varios empleos en esta zona del norte del Valle.
Además, la producción de don Julio sirve para la creación de dulces de la empresa El Manjar, una de las más reconocidas a nivel regional.
“No descartamos que esto lo hayan hecho por envidia o venganza de exempleados que salieron mal de la empresa, pues no tenemos amenazas ni problemas con nadie más”, indicó el empresario.
“Esto nos obliga a colocar cámaras en la zona para evitar que vuelva a ocurrir, pues no solamente afecta la producción, sino que también hace un daño al medio ambiente irreversible”, agrega.
Don Julio asegura que recuperar el número de abejas y panales tomará años, por lo que hizo un llamado a las autoridades de investigar el caso.
“Las abejas son importantes porque son las que polinizan los cultivos y, aunque nadie crea, aumentan la producción de en las cosechas, mejoran la calidad de los frutos”, dice.
“Cuando dejen de existir las abejas el hombre podría desaparecer”, concluyó.
Fuente: BLU Radio
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