Se infiere que se trata de un reducto de cementerio prehispánico perteneciente al período Malagana (800 a.C. al 600 d.C.)
El pasado 12 de enero, en inmediaciones de la construcción del Condominio Rincón de Matapalo, localizado en la vereda del mismo nombre en el corregimiento de Rozo, en Palmira, se evidenciaron hallazgos arqueológicos correspondientes a restos óseos humanos.
Así lo confirmó Álvaro Rodríguez Morante, director de INCIVA quien manifestó que “el equipo técnico de arqueología de la entidad pudo verificar en campo que el hallazgo reportado durante las labores de excavación mecanizada para la adecuación de una vía de 220 metros de longitud y de 7 metros de ancho a una profundidad de 50 cm, corresponde a la aparición de restos óseos humanos”.
El cuerpo corresponde a un adulto joven probablemente masculino por las características del cráneo y la pelvis, cuya edad dental fluctúa entre 30 y 35 años, y una estatura promedio de 1.60 metros. El cuerpo se halló en posición decúbito dorsal, con los miembros flejados, orientado sur-norte, el cual había sido parcialmente afectado por las excavaciones en el costado izquierdo. Sin embargo, y a pesar de las circunstancias los restos presentan una buena conservación.
Por las características del enterramiento (profundidad, posible forma rectangular de la tumba, posición del esqueleto, características formales de la poca cerámica evidenciada en los alrededores), algunos rasgos identificados, además de los antecedentes arqueológicos reportados para el sector, se infiere que se trata de un reducto de cementerio prehispánico perteneciente al período Malagana (800 a.C. al 600 d.C.)
Una vez terminada la inspección y el rescate de los restos óseos, el esqueleto fue trasladado al laboratorio del Museo Departamental del Museo de Ciencias Naturales para su estudio y se recomendó a la firma constructora detener temporalmente las obras proyectadas en el sector del hallazgo mientras el ICANH determina los procedimientos técnicos, administrativos y legales a seguir.
El director de INCIVA manifestó que es evidente que se hace necesario formular y ejecutar un Programa de Arqueología Preventiva que permita la identificación, caracterización y contextualización de los hallazgos y que prevenga el deterioro de otros contextos que pudieran ser impactados por las obras proyectadas.
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