Duber de J Tabares Manzano | Cartago | 27 FEB 2018 – 8:15 am
Durante los primeros cuatro días en el tercer mes del año 2018, se cumplirán las actividades que ha programado la Administración municipal de Cartago, en homenaje al Maestro de la Música colombiana, el cartagüeño Pedro Morales Pino.
El significativo evento se da en marco de la conmemoración de los 155 años del natalicio (22 de febrero) de quien se destacará como un gran compositor y músico que dio a conocer géneros musicales colombianos como el bambuco, los pasillos y la danza.
La organización del certamen reveló que hasta el 1 de marzo en distintas Instituciones Educativas se realizan Conciertos Dialogados, con el fin de que las nuevas generaciones conozcan la vida y obras de Morales Pino.
El mandatario de los cartagüeños, la Subsecretaría de Arte, Cultura y Turismo y el Conservatorio Pedro Morales Pino, expresaron su interés de que el público en general participe del V Festival de Música “Pedro Morales Pino”, a realizarse del 1 al 4 de marzo próximo, con la siguiente programación:
Marzo 1: Estudiantina Instituto Lucy Tejada
Hora: 7:30 p.m.
Lugar: – Sala Hernando Hoyos
Marzo 2: Jessica Jaramillo (Participante en viña del mar y a otro Nivel)
Hora: 8:00 p.m.
Lugar: – Sala Hernando Hoyos
Marzo 3: Cuarteto Instrumental Becao
Hora: 7:30 p.m.
Lugar: Sala Hernando Hoyos
Marzo 4: Grupo Legado Colombiano
Lugar Catedral de Nuestra señora del Carmen
Vale la pena recordar que el Maestro PEDRO MORALES PINO, nació en Cartago el 22 de febrero de 1863 y murió en Bogotá el 4 de marzo de 1926.
Hijo de José Morales y Bárbara Pino, quienes lo bautizaron como Pedro Pascacio de Jesús Morales Pino.
En 1877 viajó por primera vez a Bogotá y estudió en la Escuela Nacional de Música, donde en 1897 organizó la Lira Colombiana, agrupación de la que fue director y primera bandola.
Con ella recorrió el país y viajó a Panamá, San Salvador, Guatemala y Estados Unidos; en Guatemala se casó con la pianista Francisca Llerena, con quien tuvo cuatro hijos: Alicia, Rebeca, Raquel y Augusto.
En 1912 fundó una segunda, de muy corta vida, pero con la que se presentó en Suramérica.
Escribió un método para bandola y otro para guitarra; perfeccionó la bandola agregándole a los cinco órdenes de cuerdas, una sexta.
En 1980, a la tradición oral de la música colombiana le agregó la escritura, es decir que a cada ritmo (bambuco, intermezzos, valses, pasillo, danza y contradanza) le marcó su estructura precisa.
Sus composiciones más reconocidas, son: conocidas Reflejos, Cuatro preguntas, La fantasía, Leonilde.
Si en la música erudita o académica el mayor exponente colombiano fue Antonio María Valencia, en la folclórica o tradicional fue Pedro Morales Pino, para orgullo de Cartago y la región.
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