El País | Cali | 10 AGO 2015 – 7:44 am
Antonio Navarro Wolf, Senador de la Alianza Verde, asegura que más peligrosa que la mermelada del Gobierno es el poder que tienen los contratistas para financiar campañas de candidatos a gobernaciones y alcaldías, con el objetivo que al poco tiempo puedan tener para sí mismos la mayor tajada de las licitaciones oficiales.
Sostiene que lo dice con conocimiento de causa. No porque lo haya hecho, sino porque cuando fue alcalde de Pasto y gobernador de Nariño tuvo que sortear esa situación.
En diálogo con Colprensa, el Senador habló de elecciones, también de paz y su propuesta de tramitar una reforma constitucional que habilite la participación en política de los guerrilleros de las Farc, que hayan pasado por la justicia transicional.
¿Cómo cree que está el proceso de paz en este momento?
Me gustó la decisión de desescalar el conflicto por un lado y acelerar conversaciones con un plazo de revisión de cuatro meses por otro. Las dos cosas juntas tienden a que converjan el desescalamiento con el logro de un acuerdo de paz en un cese al fuego definitivo, eso está bien.
Están en el tema más complejo, que es lo jurídico, pero me preocupa lo que pueda pasar cuando lleguen a un acuerdo y tengan que esperar un año o año y medio a que se hagan los trámites de los desarrollos legislativos y constitucionales correspondientes, por eso hemos pensado en la necesidad de adelantar desde ya una reforma constitucional que permita que quienes firmen acuerdos de paz puedan participar en política, porque hoy en el marco jurídico para la paz no puede ser así y está diferido a una prohibición a los máximos cabecillas o a una ley estatutaria que va a ser un trámite muy incierto.
De una vez debemos afrontar ese tema y aclaremos quiénes pudieran participar en política. Debe haber exclusiones para los comportamientos más complicados.
¿Pero no es legislar sobre inciertos?
Debemos facilitar las cosas para la mesa de negociación con una reforma constitucional que esté lista los primeros meses del año entrante y que permita despejar los tiempos, porque de lo contrario se tendría que esperar un año o más hasta que se hagan las reformas correspondientes.
¿Es el primer riesgo evidente de incumplir los acuerdos?
Es una dilación excesiva de tiempo, un periodo muy largo con unas guerrillas que en ese momento estarían en un sitio de concentración y esperar más de un año a que se cumplan las condiciones básicas para poder empezar al desarme hace eso muy complicado.
¿La reforma constitucional les permitiría llegar de inmediato al Congreso?
No, una de las excepciones sería para una parte de ellos, de acuerdo a lo que se negocie. Habría una inhabilidad para participar en política temporal, es que hoy lo que hay es una inhabilidad permanente.
Para algunos puede ser una inhabilidad temporal, para otros debería ser inmediata, pero no hay un proceso de paz en el mundo que no haya incluido la posibilidad de participar en política de quienes firman el acuerdo de paz cuando es negociado.
¿Esta propuesta es para desechar la idea de la Asamblea Nacional Constituyente?
Creo que es muy difícil que lleguemos a una constituyente y en todo caso poner todos los huevos a los resultados de una asamblea constituyente es una incertidumbre.
Cómo queda conformada es algo que no sabemos, muy probablemente si se hace por un método electoral normal pues queda como está el Senado hoy, además va a haber una discusión muy compleja sobre el tipo de constituyente, quiénes la conforman, quiénes sus miembros.
Si las Farc aspiran a tener un montón de gente no elegida, eso no creo que sea posible. Más que apostar por una asamblea trabajemos un terreno más cierto, la reforma constitucional. Existe el Congreso, hay voluntad de paz mayoritaria, pues usemos el Congreso desde ahora para facilitar los trámites.
Cuando el M-19 se desmovilizó la gran apuesta política fue la constituyente, ¿así pasaría con las Farc?
Es que la Constituyente del 91 es completamente atípica e irrepetible. Se hizo en un momento en que no se podía hacer, era inconstitucional, fue un hecho del constituyente primario y además los políticos tradicionales no participaron.
La gran mayoría de jefes se quedaron en el Senado y muy pocos los que se lanzaron. Obviamente, eso no va a suceder ahora, en este momento no hay jefe político que no se presente en una constituyente, porque ya saben el poder que puede tener.
Nuestra participación allá no fue negociada, es otro error que mucha gente tiene, nosotros conseguimos los votos en un proceso que coincidió con la firma de los acuerdos de paz y conseguimos muchos votos que nos dio un tercio de la asamblea.
¿Se equivocan entonces las Farc al pedir esa asamblea constituyente?
Se equivocan las Farc al pensar en una asamblea constituyente negociada, en donde ellos tengan un tercio de los miembros asignados a dedo. Hay que saber marcar la diferencia entre el 91 y ahora para saber cuál es la solución.
¿Si el ELN acuerda ya una agenda con el Gobierno sería necesario unir ambos procesos?
Personalmente creo que con el ELN la situación es mucho más difícil que con las Farc. En una posición expresada de hace unos meses, la mayoría del ELN dijo que deben permanecer armados hasta cuando las reformas acordadas se hayan hecho y eso sería permitir que haya acción política con gente armada y eso es imposible de aceptar. Si no cambian esa posición no creo que vaya a arrancar la negociación.
¿Cómo debe la reparación de las Farc?
Es un tema muy difícil de saber cómo va a funcionar, pero obviamente van a tener que pedir perdón, también deben recibir perdón los que han sido afectados por el Estado. Yo veo que el Estado actúa más fácilmente que la guerrilla pidiendo perdón.
El Estado va cambiando de cabezas, en cambio la guerrilla no. Un presidente de hoy pide perdón por lo que hizo un presidente de antier, pero no es la misma situación de la guerrilla.
Hay que decir toda la verdad que se pueda decir, eso es parte de los nuevos elementos de la justicia transicional, es claro que para muchísimas víctimas lo importante es la verdad.
El otro tema de reparación tendrá que ver con tierras que han sido despojadas y mucho de eso va a responder el Estado.
Las elecciones
¿Cree que en estas elecciones va a pesar el efecto de la mermelada?
La mermelada pesa pero no tanto como se dice. Estas son unas elecciones de autoridades municipales y departamentales en donde pesan más los contratistas y está demostrado que montones de contratistas financian a los candidatos y después les pagan con contratos del Estado la financiación.
Este es el problemas más complejo de estas elecciones, pero además esa financiación se hace con dinero en efectivo, no pasa por las cuentas de las campañas, nos quedamos sin saber cómo comprobar que eso suceda, eso va a tener un impacto muy importante en estas elecciones.
Entonces, ¿es mucho el peso de esos contratistas?
Yo que he estado en alcaldías y la Gobernación de Nariño pude mirar cómo funciona ese sistema, sí vale la pena ponernos a pensar seriamente cómo controlar que eso no siga sucediendo, porque alcaldes y gobernadores al servicio de contratistas son el pan nuestro de cada día, eso funciona y pesa mucho más que la mermelada oficial.
¿La campaña en estos meses se irá a atar al tema de la paz como pasó hace un año en las presidenciales?
Creo que no, en las grandes ciudades los temas de prioridad de los ciudadanos son distintos al conflicto.
¿Cómo cree que le va a ir al uribismo que mantiene el tema de la seguridad democrática por delante de otras propuestas?
El problema es que tienen debilidad como estructura organizada. Si ya tuvo dificultades Uribe siendo Presidente de la República y perdió las alcaldías de Bogotá, Medellín, Barranquilla y Cali, hasta la Gobernación de Nariño, no es fácil la transferencia de un prestigio personal o aún del gobierno en un proceso electoral regional.
COLPRENSA
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