CiudadRegion.com | Cartago | 22 JUN 2015 – 9:03 pm
Treinta y siete municipios del Valle son considerados de entre media y alto riesgo de incendios forestales
Los diferentes informes hidrológicos y meteorológicos indican que se prevé que prevalezcan las condiciones secas o de escasez de lluvias, entre los meses de junio a septiembre, razón por la cual aumenta la vulnerabilidad en las poblaciones y en su entorno a sufrir desabastecimiento de agua y propagación de incendios forestales o de coberturas vegetales, durante dicho período.
La disminución de las lluvias incide en la reducción de la oferta de agua necesaria para suplir las necesidades hídricas de la región y junto con el aumento de las temperaturas, se incrementan las condiciones de vulnerabilidad de los ecosistemas, resecando las coberturas vegetales y reduciendo su humedad, lo que propicia la incidencia y propagación de incendios forestales.
De acuerdo al último informe de la NOAA existe una probabilidad de 90% de que “El Niño” continúe durante el verano del hemisferio norte (de junio a septiembre) y una probabilidad mayor de 80% de que se extienda hasta finales del 2015.
“Recordemos que durante el mes de mayo se presentó una disminución de la cantidad de lluvias cercana al 50% del promedio, es decir, de conformidad con los registros actuales, existe una alta probabilidad que se intensifiquen las condiciones secas por encima de lo normal para esta época del año”, indicó Rubén Darío Materón, director general de la CVC.
La circular de alerta dirigida a los alcaldes de los 42 municipios y los Consejos Municipales para la Gestión del Riesgo de Desastres, indica las recomendaciones que deben tener en cuenta la Gobernación del Valle y las alcaldías en coordinación con otros actores y sectores sociales relevantes, como los prestadores del servicio de acueducto o las entidades de atención o de socorro, para mitigar los impactos sobre los recursos agua y bosque, como:
- Incentivar el uso racional del agua, que apunte a disminuir el riesgo por desabastecimiento por reducción de las fuentes hídricas superficiales.
- Abstenerse de lavar fachadas y vehículos, regar jardines y zonas verdes, así como el llenado de piscinas.
- El sector agropecuario debe evitar la construcción de trinchos, barreras o cualquier otro método no autorizado por la CVC para desvío, represamiento o embalse de las aguas, que impida su normal discurrir por los cauces o derivaciones.
- Dadas las condiciones de resequedad en las coberturas vegetales y con el fin de prevenir la ocurrencia de incendios forestales, se recomienda a la comunidad en general y a los actores sociales potencialmente generadores de incendios forestales, (paseantes, turistas, mineros, agricultores, ganaderos y habitantes de las zonas rurales y de ladera), que durante este periodo se abstengan de realizar actividades que impliquen el uso y manejo del fuego como: encender hogueras, fogatas recreativas, realizar quemas rurales agrícolas abiertas, etc.
- Las alcaldías deberán mantener activos los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo de Desastres, la Comisión Asesora Municipal de Prevención, Control y Mitigación de Incendios Forestales o quién haga sus veces, así como activar los Planes de Gestión de Riesgo (en lo referente a incendios forestales), o los Planes de Emergencia y Contingencia (PLEC) o lo que haga sus veces.
De acuerdo a la extensión y densidad de población, a las actividades humanas en las zonas de ladera, a su cobertura vegetal dominante y a las pendientes pronunciadas, entre otras características, siete municipios son considerados de máxima prioridad de protección de incendios forestales: Dagua, La Cumbre, Restrepo, Jamundí, Cali, Vijes y Tuluá.
Fuente: Álvaro José Botero
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