La situación ocurrió durante el sepelio de una adulta que supuestamente murió de COVID-19 en el cementerio de Cartago.
De acuerdo a los familiares de la señora María Elena Santibáñez, aseguran que ella no falleció por COVID-19, tal y como les dijeron en el centro de salud en donde falleció, luego que la llevaran con dificultades respiratorias que padecía desde hace varios días.
«Llama la atención que tan rápido hallan establecido que tenía Coronavirus y que la quisieran enterrar y no cremar, como corresponde estos casos», manifiestan los dolientes.
De acuerdo con la denuncia, al parecer no existe un documento en el que se compruebe el diagnóstico de COVID-19, por lo que los familiares de la difunta piden una investigación y de ser necesario, demandarán el caso.
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Durante las exequias se vivieron momentos dramáticos, debido al cumplimiento de los protocolos de bioseguridad establecidos por el gobierno en estos casos, donde no les permitían ver a su ser querido, ante lo cual decidieron apoderarse del féretro y procedieron a darle el último adiós a la señora María Elena.
Una joven de 22 años, con 7 meses de gestación, tuvo que ser atendida en uno de los pasillos del cementerio por complicaciones debido al choque emocional que le produjo el momento de sepultar a su progenitora.
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