Semana | Bogotá D.C. | 14 NOV 2014 – 2:17 pm
La niña ganó una beca del Gobierno para los mejores estudiantes. Murió víctima de la guerra entre pandillas
Cali no deja de producir hechos dolorosos alrededor de la violencia. Hace menos de un mes la ciudad fue sacudida por una masacre entre narcotraficantes, con un saldo de ocho personas ajusticiadas. Luego vino la guerra entre pandillas que, incluso, se escenificó en uno de los buses del MIO.
En lo corrido de esta semana, barras bravas del club América de Cali demostraron que mantienen su poder siendo violentas. Y, este jueves, una bala perdida mató a una joven promesa, mientras caminaba hacia su casa en el deprimido sector de Siloé.
Este caso de sangre consternó a los colombianos no sólo por el hecho en sí, sino porque la pequeña Liseth Dayana Castillo, de 16 años de edad, estaba próxima a graduarse con honores y había ganado una de las 10.000 becas que otorga el Ministerio de Educación a los estudiantes mejor calificados en las pruebas de Estado.
De hecho, la niña ya estaba inscrita en la Universidad Javeriana de Cali, donde estudiaría Ingeniería Industrial. “Es la noticia más triste desde que estoy en el Ministerio”, expresó la jefe de esa cartera, Gina Parody, durante una entrevista radial en la que condenó la muerte de la menor.
El presidente Juan Manuel Santos también se unió a esas voces de rechazo y en su cuenta de Twitter trinó “Liseth Castillo, beneficiaria de ‘ser pilo paga’, otra víctima de una violencia que nos ha hecho perder a los mejores. Estamos con su familia”.
La pequeña era estudiante de grado 11 en el colegio Eustaquio Palacios, una institución educativa que atiende por lo menos 5.000 estudiantes de la comuna 19 de Cali, donde está ubicado el tristemente célebre sector de Siloé.
Allí vivía la joven promesa, exactamente en el barrio Las Delicias. Las primeras versiones apuntan a que ella caminaba por la zona cuando fue alcanzada por una de las balas durante una de las tantas guerras entre pandillas que allí se registran.
Óscar Ordóñez, rector del colegio donde estudiaba la menor, recordó que esta no es la primera vez que sus estudiantes son víctimas de la violencia de la zona e hizo un llamado a las autoridades para que se tomen medidas de choque tendientes a frenar el problema.
Cifras oficiales que maneja la Personería de Cali revelaron que sólo este año 15 personas han muerto por cuenta de balas perdidas y que la mayoría proviene de los enfrentamientos entre pandillas.
De hecho, hace unas semanas el personero Andrés Santamaría publicó un informe sobre el origen de la violencia en Cali y en él insistió en adjudicarle el fenómeno de los homicidios a la guerra territorial entre pandillas.
“En Cali existen 130 pandillas peleando por territorio y la mayoría de las víctimas de esa violencia son menores de entre 12 y 26 años de edad”, argumentó el funcionario, tras recalcar que sólo este año la cifra de homicidios en la ciudad se acerca a 1.300 casos.
Entre esas dolorosas estadísticas ahora está Liseth, la adolescente ‘pila’ que vio truncado su sueño de estudiar.
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