Fue el propio alcalde de Pereira Juan Pablo Gallo Maya quien desde la plaza de armas del Batallón San Mateo dio la largada al imponente desfile de carros clásicos y antiguos expresando que: ¨ Quiero darle un saludo muy especial a todos los participantes y sobre todo a quienes vienen de otras ciudades y agradecerles su presencia en Pereira la Capital del Eje, con estos hermosos vehículos, que engalanan nuestras fiestas aniversarias y por ello prendamos motores sin más preámbulos y vamos todos a recorrer nuestra querida ciudad .”
Luego, y casi con rigoroso horario militar, a la una de la tarde partió rauda la animada caravana multicolor de Mercedes Benz, Chevrolet, Volkswagen, Jeep Willys, Ford, Land Rover y muchas marcas más que lucían sus propietarios con orgullo.
Por ejemplo, Gustavo Marín mostró su Ford de lujo de 1946, que está recién restaurado, puesto que le ha tenido que cambiar solo una serie de piezas para que funcione muy bien, y dijo que este desfile es el inicio de un gran futuro para estos vehículos en el Eje Cafetero.
O el caso de Alba Luzardo quien orgullosa dijo que su carrito ya cumplía sesenta años de uso, y es un Chevrolet C 10 en excelente estado, y es “el amor de mi vida”, según expresó.
Otro de los más llamativos vehículos fue uno militar Willys modelo 45 utilizado en la segunda guerra por los americanos contra las tropas de Hitler, restaurado hace más de diez años, pero para su propietario Javier Andrade significa no solo la unión familiar, sino el dulce encanto de viajar con el pasado en presente.
Así, significativas historias de vida escondían cada modelo que desfilaba despacito por las principales arterias de Pereira, donde miles de personas se congregaron a lo largo y ancho de la ciudad para observar con deleite la majestuosidad de estas colección de vehículos que superó la cifra de los 260 participantes, y que fue organizado por el Club de Autos Clásicos & Antiguos del Eje Cafetero, con el apoyo de la empresa privada y la Alcaldía de Pereira.
El alegre recorrido se efectuó saliendo del Batallón San Mateo, la Avenida 30 de agosto, luego Turín carrera octava, hasta la calle 14, siguiendo a la Circunvalar, luego la calle 13 hasta tomar la carrera séptima y terminar en la Villa Olímpica, donde las maquinas descansaron de la jornada, pero sus historias quedaron en el alma de los pereiranos.
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