La incertidumbre y la preocupación siguen en aumento tras la desaparición del padre Darío Valencia Uribe, quien salió el jueves pasado desde las 8:30 de la mañana con el propósito de vender su vehículo y desde entonces no ha sido visto. Su móvil fue apagado horas después. Las autoridades continúan su búsqueda, pero hasta el momento no han encontrado pistas sobre su paradero.
El sacerdote, perteneciente a la parroquia María Auxiliadora en Pereira, tenía programados diversos compromisos para ese día, incluyendo un almuerzo con otro miembro del clero y la celebración de una misa por la tarde. Sin embargo, no se presentó en ninguno de estos eventos, lo que ha generado una gran inquietud en la comunidad.
La camioneta en la que se desplazaba el padre Darío fue hallada abandonada en el municipio de Viterbo, Caldas, lo que ha profundizado aún más el misterio en torno a su desaparición. El vehículo que iba a vender es una Nissan Frontier color Beige de placas GKL 427.
Ante esta situación, la comunidad de Pereira se ha unido en una búsqueda constante, llena de esperanza y solidaridad por encontrar al religioso.
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La noticia de su ausencia se ha difundido rápidamente, movilizando a las autoridades y a los ciudadanos para intensificar los esfuerzos de búsqueda. La Diócesis de Pereira, bajo la guía del obispo monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez, ha utilizado las redes sociales para solicitar cualquier información que pueda ser útil en la localización del padre Valencia Uribe.
En medio de la incertidumbre, la comunidad religiosa y los habitantes de la región mantienen viva la esperanza de su pronto regreso. Las oraciones y las muestras de solidaridad no han cesado, demostrando la fortaleza y la unión de la comunidad en momentos difíciles como este.
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