El Diario | Pereira | 16 ENE 2017 – 8:25 am
Tal vez desde cuando muy joven su padre la pagaba cinco centavos para que le hiciera un resumen de los editoriales de El Tiempo y El Diario de Pereira, Nelson Giraldo Mejía comenzó a meterse de lleno en el mundo de la lectura y la escritura.
Luego, desde el colegio, el seminario y la vida cotidiana empezó a coleccionar información, fotos y material sobre la ciudad, los personajes que la construyeron, las primeras piedras que se colocaron como símbolo del inicio de las grandes obras, sus calles, sus gentes, los sepelios de personajes como Juan Suárez Zorrilla y Jorge Roa Martínez, en fin. Giraldo se ordenó sacerdote el 12 de octubre de 1992, fue misionero en África, capellán del Aeropuerto, el Hospital San Jorge y la Universidad Tecnológica y actualmente es el párroco de El Divino Maestro. A la par, el padre Giraldo se engomó por la historia, es autor de tres libros, tiene dos en preparación y es miembro de la Academia de Historia de Pereira y de la Academia Colombiana de Historia Eclesiástica.
¿Cuál fue el primer libro que escribió?
Se llama “Nuestra Señora de la Pobreza. Salve Regina”. Es la historia de Nuestra Señora de la Pobreza, la patrona de Pereira. Yo la llamo La Negrita.
¿Ese libro tuvo inspiración divina?
Una gran curiosidad. Yo siempre fui devoto de ella y alguna vez iba rumbo a la Catedral y le dije: “voy a escribir sobre usted; no tengo nada, usted es la que me manda”. En la catedral estaba de párroco el padre Aníbal Hurtado, quien me entregó una bolsita blanca que me habían dejado allí. Al abrirla me encontré con una réplica del cuadro de Nuestra Señora de la Pobreza.
Una estampa con todo el marco. Le pregunté al padre Aníbal quien había dejado esa bolsa para agradecerle y me respondió: “unas viejitas”. Nunca supe quienes fueron. Pero yo le había dicho a la Virgen: mándeme lo que sea y lo primero que me mandó fue una réplica de ese cuadro que conservo con todo el cariño con la misma bolsita.
¿Hubo otras manifestaciones?
Claro. Después me empezó a llegar toda la información. Yo asistía a la Novena desde tiempo atrás. Busqué la Novena original la que venía de la Cartago actual. Esa novena tenía autorización para quien la rezara, tenía indulgencia. Entonces me fui para Cartago a buscar más y más y encontré unos cuadros que están en el libro, de tamaño de una pared completa, en donde se hacía la descripción de la Virgen hasta el traslado a Cartago. Con el Padre Aníbal Hurtado editamos 200 novenas conmemorativas de los 200 años.
¿Cuál fue el segundo libro?
Se llama “Presencia y Acción Eclesiástica. Antigua Cartago-Pereira-Catedral”.
Porque aquí se fundó Cartago, se fue para el sitio actual en 1691 y la Pereira de ahora se reconoce con la celebración de la misa con el Padre Remigio Antonio Custodio Joshep Jorchin Remigio Antonio Cañarte y Figueroa, natural de Cartago y nacido en el año 1790 y muerto en el 1878.
Esa celebración se reconoce como la fundación de Pereira. Encontré todos esos detalles, al padre le decían “El tullido” y lo subieron en mamparas desde Cartago por caminos peor que los de herradura, que apenas estaban trazados por arrieros. El padre Cañarte murió ciego.
¿Qué papel jugó la iglesia?
En la historia de Pereira siguió después una sola parroquia Nuestra Señora de la Pobreza hasta que Monseñor Gregorio Nacianceno Hoyos envió a los padres Claretianos, los cuales cumplen 100 años. Cuando llegan a Pereira casi que no los reciben. Ellos hacen ese templo tan hermoso y varios padres, ignorados por muchos, intercedieron para que se creara la Diócesis de Pereira. Aquí está esa historia. Nosotros pertenecíamos a la Diócesis de Manizales. Allí estaba de Baltasar Álvarez Restrepo, el cual tuvo la gracia de ser el primer Obispo de Pereira.
¿Cuál es el contenido del libro?
Este libro recoge todo eso, más la presencia de la iglesia en todo lugar. Al pié de cualquier iglesia ha nacido un barrio o una vereda o un pueblo o las grandes capitales. Al pie de la iglesia, se han asentado también las administraciones. Este libro describe toda esa parte hasta llegar a ser Catedral. Antes de 1953 no se podía decir que había catedral Nuestra Señora de la Pobreza.
¿Y cuál es el tercer libro?
Hicimos una gran investigación en la Universidad Tecnológica de Pereira, estando de rector Luis Enrique Arango y donde yo era Capellán. Con Álvaro Acevedo Tarazona y Diana María Rodríguez Herrera nos dedicamos a hacer un trabajo sobre Jorge Roa Martínez, fundador de la Universidad, Gobernador de Boyacá, Alcalde de Pereira, presidente del Club Rotario. Un visionario. El libro de titula “Jorge Roa Martínez. Memoria de una visión cosmopolita”.
¿Tiene en preparación un libro sobre el padre Antonio José Valencia?
Yo llevo una investigación no solo sobre el Padre Valencia sino sobre una serie de sacerdotes no se pueden olvidar, como el padre Baena. La gente le atribuye la frase “el que se va de Pereira, a Pereira vuelve “a la maldición del padre Cañarte, lo que no es cierto. Según los cronistas esa frase es del Padre Baena.
¿Cómo está conformado su archivo personal?
Yo de mi ciudad tengo más de 2.500 fotografías. Muchos me han pedido que les preste fotos, no soy egoísta, pero luego de que las exponen no dicen a quién pertenecen. Todo el mundo copia y no son capaces de atribuir las fuentes. Tengo unos 2.500 libros, todos leídos y por leer varios, varios… Y la expectativa de dos o tres libros sobre los 50 años de la creación del departamento de Risaralda.
¿Está trabajando en algo de eso?
Yo llevo más de once años trabajando en un libro sobre mi ciudad que se llama “Tras la huella”, el cual fue inspirado en un ladrillo que vi en fotografía del proceso de reconstrucción de la Catedral y el cual tenía plasmada una huella. Pero ese ladrillo nunca lo vi. Eso marcó el título de la nueva publicación sobre la ciudad en la que vengo trabajando.
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