Lucas Villa (QEPD)
El corazón de Lucas Villa dejó de latir luego de cinco días de estar luchando por su vida en una UCI.
En la madrugada de este martes 11 de mayo, a través de redes sociales, el hermano de la víctima dio a conocer la noticia junto al mensaje, «Lucas no murió, a Lucas lo mataron».
En una conferencia de prensa realizada el lunes, las directivas del Hospital Universitario San Jorge de Pereira, donde se encontraba internado este joven activista Lucas Villa, habían confirmado el diagnóstico de muerte cerebral.
«Lamentamos informar que, no obstante a la atención prestada, el paciente no presentó ninguna reacción neurológica después de suspender la sedación. El paciente tiene isquemia general global. Sigue conectado a un respirador y no hay nada que hacer», indicó el gerente Juan Carlos Restrepo durante el reporte del lunes.
Según el parte médico, solo restaba esperar que su corazón deje de latir; además, desde el centro asistencial aseguraron que su familia ya está recibiendo apoyo psicológico.
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El joven, que participaba en un plantón pacífico cuando fue baleado ocho veces, se convirtió en símbolo del paro nacional. El país clama justicia.
Villa, al igual que dos jóvenes más, recibió varios impactos de bala mientras participaba de un plantón pacífico, en el marco del paro nacional, en el viaducto César Gaviria Trujillo.
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