El equipo de arqueólogos que trabaja en el poliducto Salgar-Cartago-Yumbo, que realiza Ecopetrol y CENIT, halló y recuperó una importante colección arqueológica que data de 2.000 años y va desde del año 500 antes de Cristo hasta el 1500 después de Cristo, en el tramo entre Pereira Chinchiná. Este ha sido considerado uno de los hallazgos más grandes de su tipo en el Eje Cafetero. Durante las fases de preparación y construcción del poliducto, se han recuperado una nariguera de oro, 68 piezas cerámicas completas, 20 piezas cerámicas restauradas, 1.029 piezas líticas u objetos de piedra y 23.000 fragmentos, además de restos óseos y sellos de cerámica.
Adicionalmente, los equipos de arqueología encontraron 14 tumbas de las cuales 8 están en perfecto estado. Con los hallazgos fue posible describir una secuencia de ocupación de varias épocas que abarcan por los menos 2.000 años, desde el siglo V a.C hasta el XV a.C. Aunque la mayoría de los materiales pertenece al periodo Mirador, entre el 1.200 y el 1.500 d.C. La totalidad de la colección arqueológica fue entregada para su preservación y cuidado a la Universidad Tecnológica de Pereira.
Dicha colección se seguirá nutriendo de los hallazgos arqueológicos que sean rescatados por el proyecto hasta que concluyan las labores de construcción del poliducto en su totalidad. Para este proyecto se estableció un Plan de Manejo Arqueológico el cual contempla el rescate, previo y durante la construcción, de los sitios identificados a lo largo del trazado del nuevo tramo. La intervención arqueológica de la zona comenzó en el 2013 antes de iniciar las labores de construcción, según dijeron fuentes de Ecopetrol.
Se precisó que a lo largo de los 55 km del trazado se identificaron 124 sitios, de los cuales 78 fueron excavados e hicieron parte del rescate arqueológico. Aunque la mayor parte del rescate fue realizado previo al inicio de las obras, durante la construcción y tendido de la tubería, el equipo de arqueología continúa acompañando los frentes de trabajo para garantizar la protección del patrimonio arqueológico.
La obra del poliducto, que se estima finalizará en 2019, se realiza con todos los estándares exigidos y en cumplimiento de las normas ambientales y de arqueología para asegurar la preservación de los territorios y su entorno. El nuevo tramo del poliducto tiene una extensión de 55 kilómetros entre Chinchiná y Pereira, pasando por los municipios de Santa Rosa de Cabal y Marsella. Se trata de una obra de alta ingeniería que se desarrolla en armonía con el medioambiente, el cuidado del paisaje cafetero, el respeto por la cultura indígena, la conservación del patrimonio arqueológico y la creación de valor social, puntualizaron los voceros de la empresa.
Fuente: El Quindiano
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