CiudadRegion.com | Cartago | 03 ABR 2017 – 2:23 pm
Era temprano en la tarde y un grupo de operadores turísticos recorrían el Parque Natural Nacional Tatamá, en el sector Montezuma de Pueblo Rico, su interés era poder avistar aves en este espacio donde solo se respira aire puro y donde la neblina es espesa al igual que su vegetación.
El recorrido entre la zona urbana del municipio y el punto específico donde se logra el avistamiento es de cerca de una hora y quince minutos en carro, sobre una carretera que a su paso deja ver la belleza de la zona rural del municipio triétnico de Risaralda, lleno de vegetación y neblina que acompaña todo el trayecto.
Los turistas, provenientes de diferentes ciudades del país y representantes de operadores turísticos, venían con la firme intención de conocer esta hermosa zona del departamento para promover el turismo de aventura y el ecoturismo de Risaralda con los colombianos y los extranjeros que cada día quieren venir a Colombia a conocer la belleza de la naturaleza.
Emprendieron su camino a la 1:30 de la tarde, subieron en camioneta hasta un punto donde los expertos en avistamiento de aves manifestaron que podían bajar de sus carros para empezar a buscar las aves en su hábitat natural.
Caminaron en silencio y con sus binoculares y cámaras listas para no perder un solo detalle de la expedición; sin embargo, los expertos manifestaban que talvez por la hora y la espesa neblina no iba a ser posible observar aves.
Cuando se pensaba que no iba a ser posible cumplir el objetivo con el cual se habían levantado en la mañana, cuando la neblina estaba en un punto muy bajo, cerrando lo que el ojo humano puede ver, apareció ella, la Bangsia del Tatamá, se posó en un palo y no se dejó ver lo suficiente para que los visitantes se deleitaran con su presencia.
Los ansiosos observadores no desfallecieron en su propósito y siguieron ascendiendo en la montaña, con la esperanza de lograr observar la majestuosidad de la Bangsia, el ave insignia del departamento de Risaralda.
Y en un momento, cuando ya todos tenían sus ojos puestos en otros árboles buscándola, apareció de nuevo, en la rama de un árbol, en toda la mitad y allí inició su espectáculo. Según los expertos en avistamiento de aves, la Bangsia no se queda mucho tiempo en un solo lugar, pero en esta ocasión deleitó a los observadores por cerca de 20 minutos.
Los visitantes tuvieron tiempo de verla cambiar de posición, abrir sus alas, levantar el pico, abrirlo para pedir comida y hasta sorprendió con un hermoso canto que todos disfrutaron sin parpadear.
La Bangsia del Tatamá, de alas verdes, pecho amarillo y cabeza amarillo con verde, le dio el mejor regalo del día a los visitantes, que quienes al alzar su vuelo solo tuvieron palabras de agradecimiento por la oportunidad de poder conocer un ave tan hermosa, lleva de color y que demuestra la majestuosidad de este Parque natural que alberga más de 530 especies de aves que a diario deleitan con su cantar y su belleza.
El gobernador de Risaralda, Sigifredo Salazar Osorio, manifestó su alegría por poder ver en su hábitat natural a la Bangsia del Tatamá y sobre todo, que sea un motivo para que los turistas viajen a Risaralda a conocer su majestuosidad y su entorno. “Este es un día muy especial porque nuestra ave insignia se lució, nos descrestó con su belleza y dejó que todos la pudiéramos apreciar y admirar su hermosura, sé que todos nos vamos muy felices”.
Para Gabriela Castro, gerente general de CM Tropican Representaciones, este sitio es majestuoso y digno de admirar: “Este bosque húmedo es maravilloso y único y es hermosa la forma en que se están abriendo estos espacios al mundo, las personas que están investigando para que todos conozcamos estas maravillas. Definitivamente, todos deberían poder tener la dicha de vivir esta experiencia y en eso vamos a trabajar fuertemente”.
A las 4:30 los visitantes emprendieron el camino de regreso con la satisfacción del deber cumplido, del sueño hecho realidad y la Bangsia del Tatamá también se fue a descansar.
Dato de interés
El recorrido se realizó además con el presidente de Aviatur, Jean Claude Bessudo, que es un promotor del turismo en el departamento de Risaralda en el mundo.
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