La Policía, tras la denuncia de la víctima, una estudiante española, empezaron el seguimiento, sin saber que se trataba de jugadores del Once Caldas.
Este martes inició la audiencia de imputación de cargos en contra de los tres jugadores del Once Caldas que fueron capturados por la presunta extorsión a una estudiante de Medicina de origen español, llamada Juliana Echeverry Mesa, cargos que no aceptaron.
De acuerdo a los hechos narrados por la fiscal segunda local de Manizales, todo inició el pasado domingo 2 de abril, cuando al parecer uno de los jugadores señalados, se encontró un iPhone en una discoteca, y días después recibió una llamada de un hombre que cuánta plata le daba por devolvérselo.
Según las versiones presentadas durante la audiencia, la respuesta de la estudiante fue que solo tenía $ 100.000 pesos para dar, y que si mucho se podía conseguir otros 100 para un total de $ 200.000 pesos.
Sin embargo, presuntamente le habría exigido la suma de $ 500.000 pesos porque tenía que repartirse el dinero con otra gente. Desde entonces se negoció una entrega por 400.000 pesos a cambio del teléfono.
No obstante, luego de esto, la mujer logró escuchar varias voces de hombres con los que a través de llamadas habría intentado negociar su celular, marca Apple, el cual al parecer iba a ser vendido por partes, ya que los supuestos responsables así le sacarían más plata, y además se irían de la ciudad.
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Los jugadores implicados en estos hechos son Guy Esteban García Jiménez, Santiago Mera y Debinson Mateus, quienes fueron capturados el 9 de abril en la noche (una semana después del primer contacto). Para ese día, la víctima ya había denunciado ante el Gaula de la Policía, por lo que esperó encontrarse con los implicados en el sector de El Cable, acompañada de agentes.
Dos de ellos -vestidos con buso rojo- se hicieron cerca del punto de encuentro para supuestamente vigilar, y después se dirigieron hasta donde estaba la mujer para cruzar algunas palabras y luego irse. Minutos después, el tercer hombre de buso negro se acercó y le dio el iPhone, y recibió los 400.000 pesos por parte de Juliana.
Fue en ese momento, que se dieron las respectivas capturas en flagrancia, para ser procesados por unos cargos que les darían cerca de ocho años de cárcel en modalidad de tentativa, y una multa por 400 salarios mínimos mensuales vigentes.
Tras la lectura de los hechos, la jueza les dio la palabra a los tres jugadores de Once Caldas para que respondan si se acogían a ellos, recibiendo una respuesta negativa por parte de ellos.
En la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento, que inició este martes hacia el mediodía, la fiscal empezó aclarando que no pedirá que los jóvenes sean enviados a la cárcel, pues «si bien el daño es grave, no se cumplen los requisitos para una medida de carácter privativo de la libertad», argumentando que puede que estas personas hayan cometido el delito de manera primaria, sin representar un peligro para la sociedad.
Finalmente, una juez de la República dejó en libertad a los tres futbolistas de las juveniles del Once Caldas.
Por ahora, los tres jugadores tienen medida de aseguramiento no restrictiva de la libertad. Seguirán vinculados al proceso y por ahora no podrán salir del país. Además, deberán presentarse cada mes al juzgado.
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