El País | Cali | 08 MAY 2015 – 7:18 am
Una investigación contra una banda delincuencial al servicio del Clan Úsuga, en el norte del Valle, llevó a las autoridades a descubrir que un teniente del Ejército, presuntamente, ordenó el asesinato del esposo de su amante.
Los investigadores del CTI de la Fiscalía le seguían la pista a los integrantes de esta banda que cumplía las órdenes de alias Tabla. En medio de las labores de inteligencia se interceptaron varios celulares.
Al analizar las conversaciones entre tres de los miembros del grupo se descubre que ellos se comunicaron con un hombre que les ofrece un millón de pesos por cometer el crimen, ejecutado el año pasado.
Con estas evidencias así como posteriores investigaciones, la Fiscalía solicitó la captura de los tres presuntos sicarios y del teniente.
Los sicarios fueron identificados como ‘Cucarro’, su compañera apodada La Profe y alias Diego. Este último fue el enlace que contactó al militar con ‘Cucarro’. El 30 de abril pasado el CTI y la Sijín capturaron al militar en las instalaciones del Batallón de Artillería José Eduardo Sánchez de Medellín (Antioquia), y a los autores materiales en allanamientos en Zarzal.
Al día siguiente un juez de Control de Garantías dictó medida de aseguramiento en establecimiento carcelario contra los cuatro detenidos, a quienes les imputaron los delitos de homicidio, en grado de tentativa, y fabricación, tráfico o porte de armas de fuego.
En las audiencias preliminares se reveló que en una de las comunicaciones entre ‘Diego’ y ‘Cucarro’ estos hablan de que “queme el tote y salga para acá en la bicicleta”. También se dan las instrucciones sobre el sitio en el que la víctima se encontraba.
En otras de las comunicaciones se le reporta a alias Cucarro que la víctima no falleció. Incluso, en una de ellas aseguran: “si ese man se muere está la plata”. “Y si no, cualquier maraña se pide”, le contesta.
Con los audios los investigadores empezaron a buscar quién había sido la víctima hasta que descubrieron que se trataba de Nelson Marmolejo Serna, quien sobrevivió al atentado y pudo revelar que sospechaba del oficial como el autor de su intento de asesinato, ya que este lo había amenazado.
Además, indicó a los investigadores que él había descubierto que el teniente mantenía una relación con su esposa.
Cuando los miembros de la Policía Judicial verificaron el número del oficial comprobaron que se había comunicado con los sicarios que ellos investigaban. Asimismo, al ser identificados los sicarios, el comerciante herido reconoció a uno de ellos como la persona que le disparó. Se trató de alias Cucarro.
Tras las denuncias de la llegada de miembros de la banda criminal del Clan Úsuga al norte del Valle las autoridades iniciaron investigaciones contra esta organización, que le disputa el control de la región a sus antiguos aliados Los Machos.
Alias Tabla es uno de los jefes de este grupo, que hace presencia en las poblaciones de Zarzal, La Unión, El Dovio y Roldanillo, entre otros municipios.
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