CiudadRegion.com | Cartago | 27 MAR 2016 – 11:07 pm
El Gobernador del Quindío, Padre Carlos Eduardo Osorio Buriticá, el Alcalde de Armenia, Carlos Mario Álvarez Morales, junto a las gestoras sociales y los gabinetes departamental y municipal, además de cientos de ciudadanos, acompañaron a la Virgen de La Soledad en su camino de dolor, asumido con fe y convertido en esperanza.
La Banda Sinfónica Juvenil de Armenia rindió un homenaje a la Madre de Dios con un concierto dentro de la parroquia
“Muchos niños y jóvenes de nuestro departamento han perdido el deseo de vivir. Debemos ofrecerles referentes para la vida, para que sumen sus valores éticos, cívicos, religiosos. Los menores deben comprender que solo con Jesús vale la pena vivir la vida”, resaltó el párroco de la catedral La Inmaculada Concepción, sacerdote Carlos Arturo Quintero Gómez, durante la procesión que recorrió las principales calles céntricas de la capital quindiana.
Los habitantes del Quindío que se agolparon sobre las calles del centro de Armenia, rindieron honor a la Madre Santísima, como lo ordena el cuarto mandamiento de la iglesia católica, le agradecieron su intersección ante su hijo Jesús y le pidieron a Dios que les acreciente el amor hacia la madre del cielo y honrar a la madre terrenal.
Al término de la procesión, en la catedral, monseñor Pablo Emiro Salas Anteliz, afirmó que el rostro de la Virgen de La Soledad expresa la ternura y la bondad, así como la esperanza para que al hombre no le falte el afecto y la comprensión.
“María como ninguna otra es constructora de paz y la serenidad de las madres se hace precisa en ella. María es referente para que la iglesia no ambicione nada distinto a lo que Dios manda o a lo que contribuya a romper la paz”, agregó el obispo de Armenia.
“Madre, acógenos en tu corazón, acoge a los habitantes del Quindío y a quienes hemos caminado esta procesión a tu lado. Enséñanos a amar a tu hijo como tú lo haces, a obedecerle, seguirlo y testimoniarlos. Enséñanos a mirar el rostro del amor, amén”, concluyó Monseñor su oración a la Virgen de La Soledad.
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