Una grave situación ha puesto en riesgo el patrimonio de Luz Miriam García, una adulta mayor de bajos recursos en Pereira, quien ha sido víctima de un fraude virtual bancario.
Todo se remonta a febrero de 2023, cuando un hacker habría accedido a su cuenta bancaria y solicitado un crédito virtual a su nombre, robando $5.800.000 mediante transferencias no autorizadas. Ahora, García enfrenta la posibilidad de ser embargada por un dinero que nunca tuvo en sus manos, mientras la entidad bancaria la responsabiliza por el robo.
El fraude virtual y la respuesta del banco
El ciberrobo comenzó cuando un hacker usurpó la identidad de García para acceder a su cuenta bancaria y activar un crédito virtual. A pesar de las reiteradas advertencias de la víctima sobre las transferencias no autorizadas, el banco permitió que se realizaran las transacciones fraudulentas. De acuerdo a Caracol Radio que tuvo acceso a las grabaciones de las llamadas entre el banco y la adulta mayor, estas revelan que, aunque García negó haber autorizado las transferencias y aclarar que no se trataba de ella, estas transacciones si se completaron sin su consentimiento.
La respuesta del banco ha sido desconcertante para García. Según la entidad financiera, el acceso a su portal de internet se realizó con su información personal, lo que, según ellos, la hace responsable de la deuda. A pesar de esto, solo lograron recuperar $864.709 del monto total, y ahora le exigen que pague el saldo restante de $5.800.000.
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Revictimización y falta de apoyo legal
García, además de sufrir el fraude, se siente revictimizada por el banco. La entidad no solo insiste en cobrarle un dinero que nunca recibió, sino que también ha rechazado su responsabilidad en el fallo de seguridad que permitió el robo. García ha recibido cartas del banco en las que se le informa que el hurto habría sido solo su responsabilidad por lo que según la entidad deberá asumir el total de la deuda.
El caso ha llegado a instancias judiciales, pero, según García, los representantes del banco no han mostrado intención de conciliar. A pesar de que la denuncia ha sido elevada a la Superintendencia de Servicios Financieros, hasta el momento no se ha ofrecido una solución que le permita salir de la difícil situación económica en la que se encuentra.
Por el momento, la adulta mayor se encuentra al borde de un posible embargo, temiendo perder lo poco que tiene. Sin los recursos necesarios para pagar la deuda de un crédito que no hizo, ni para contratar un abogado que la defienda, García ha solicitado apoyo para que se resuelva su caso de manera justa. Su principal preocupación es que, además de enfrentar la injusticia del fraude, pueda ser despojada de sus bienes.
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