En un esfuerzo por conservar los espacios rurales y sus entornos naturales, la CVC (Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca) emitió un llamado urgente a los municipios para que regulen de manera efectiva la construcción descontrolada en estas áreas.
Es fundamental que antes de adquirir un terreno en zona rural o proceder con cualquier tipo de subdivisión o loteo, se consideren todas las determinantes ambientales pertinentes. Estas acciones deben ajustarse a lo establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial y a la Unidad Agrícola Familiar (UAF), con el fin de garantizar la preservación de los entornos naturales.
Recientemente, se ha observado una tendencia creciente hacia la ocupación del suelo rural, principalmente mediante la creación de parcelaciones campestres y la subdivisión de terrenos en lotes más pequeños. Esta situación conlleva una mayor demanda de recursos naturales, como el agua, y una generación de vertimientos que deben ser gestionados de manera adecuada. Es por esto que la CVC hace un llamado urgente a los municipios y distritos para que establezcan regulaciones que controlen estas actividades en las zonas rurales.
Isabel Cristina Echeverri Álvarez, coordinadora de la Unidad de Gestión de Cuenca Amaime de la CVC, resalta la importancia de conocer las restricciones relacionadas con el uso y ocupación del suelo rural. Es esencial tener en cuenta aspectos como la ubicación del predio en zonas de riesgo o protegidas, así como la presencia de franjas forestales protectoras asociadas a fuentes hídricas que deben conservarse.
Además, existen determinantes ambientales relacionadas con la vulnerabilidad del acuífero, que limitan la infiltración de aguas residuales al suelo para prevenir la contaminación del agua subterránea. La disponibilidad de agua en estas áreas rurales está estrechamente relacionada con la gestión de la fuente hídrica y las actividades que demandan este recurso, lo que puede afectar el desarrollo de proyectos urbanísticos.
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Es crucial que toda subdivisión de un predio cumpla con lo establecido en el Plan de Ordenamiento Territorial y con la UAF, garantizando así la conservación del suelo rural y las actividades agrícolas y pecuarias. Los municipios, a través de las Secretarías de Planeación y las curadurías urbanas, son responsables de expedir licencias para la construcción y urbanización, asegurando que se respeten las restricciones ambientales del territorio.
Desde la CVC manifestaron que el trabajo articulado con las administraciones municipales es fundamental para asegurar que los permisos y licencias expedidos estén alineados con las regulaciones territoriales y ambientales, garantizando un uso sostenible de los recursos naturales. Este trabajo conjunto es crucial para preservar las zonas rurales y su biodiversidad para las generaciones futuras.
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