Humberto Swann, gerente de Acuavalle, que opera los acueductos de 33 municipios, 35 corregimientos y 58 veredas en el Valle, fue contundente al advertir que el fuerte verano mantiene en una situación crítica al departamento y si no se insiste en medidas desde las autoridades ambientales, los municipios y la misma comunidad, el abastecimiento del vital líquido tendrá problemas.
“Estamos frente un verano muy prolongado. Según los pronósticos del Ideam, el fenómeno del ‘Niño’ pasa de leve ha moderado y va a continuar esta época seca. Hay que tomar medidas”, dijo el gerente de Acuavalle, al recordar que la entidad es responsable de suministrar agua a 175.000 usuarios en el Valle, unos 700.000 habitantes, quienes deben apoyar con el uso racional del líquido.
Lo que ocurre en las fuentes de agua que llegan a los acueductos ha llevado a que se ordene el racionamiento programado, de seis horas, en Ansermanuevo, Restrepo, San Pedro, Sevilla, Toro y Vijes, con afectación para unos 30.000 usuarios. “Si la situación continúa crítica será necesario ampliar esos horarios y si empeora se tendrá que abastecer con carro tanques. Hemos encontrado que las comunidades en las partes altas de las cuencas utilizan el agua para riego y no dejan que discurra a las plantas; la prioridad es el consumo humano y por eso debemos atemperarnos al uso racional”, explicó Swann.
En el norte del Valle, la alerta también se presenta para los usuarios del embalse Sara Brut, donde este miercoles directivas de la empresa se reunirán con los alcaldes de seis localidades para diseñar operativos de control.
Entre tanto, en contingencia leve se mantienen El Cerrito, Candelaria, Jamundí, La Cumbre, Riofrío, Yotoco y el corregimiento de Santa Elena, donde 250.000 personas también se podrían ver afectadas.
En los 15 municipios restantes, cuyos acueductos son operados por Acuavalle, a pesar de que las fuentes que abastecen no presentan riesgo muy grande de racionamiento se recomienda el uso racional para evitar llegar a situaciones extremas y medidas extremas.
Además de coordinar con las oficinas de riesgo planes de contingencia y monitorear diariamente los caudales de los ríos, Acuavalle acordó la suspensión del suministro, entre 6 p.m. y 6 a.m., en las entidades oficiales.
Los sábados, domingos y festivos, se cierra la llave de paso en alcaldías, colegios públicos, jardines infantiles, mataderos y escenarios deportivos.
El desabastecimiento fue advertido desde comienzo de año por la Corporación Autónoma Regional del Valle (Cvc) ante el déficit de precipitaciones en la región para que alcaldías, autoridades y comunidades hagan uso racional del agua.
Un ejemplo de estas medidas especiales, que se pueden aplicar, ocurre en Buga, donde la Cvc, señalase han organizado turnos de riego en el caso de las concesiones de río Guadalajara y hasta ahora a funciona, señala la Cvc, al insistir a la comunidad en uso adecuado del vital líquido.
Embalse de Sara Brut con agua para 90 días
El cambio de vocación en las zonas altas de los ríos Pescador y Calamar, donde ahora se encuentran al menos 136 cultivos hidropónicos, cada uno con un consumo promedio de cinco litros de agua por segundo, es una de las razones para que el sistema del embalse Sara Brut se encuentre en situación delicada.
Alexander Sánchez, gerente operativo de Acuavalle, explicó que se ha encontrado esta situación que no permite que el agua llegue al sistema y eso ha llevado que el embalse se encuentre en un 26,4 por ciento de su capacidad de almacenamiento. “Esto es el resultado del uso inadecuado del agua en el riego”, agregó.
“De continuar esta época de estiaje y esos caudales tendríamos agua para 90 días. Esperamos que la situación no llegue al extremo”, dijo Humberto Swann, gerente de Acuavalle.
Indicó que la situación debe tener en alerta a 200.000 habitantes de Bolívar, Roldanillo, Zarzal, La Unión, La Victoria y Obando, que se surten del embalse.
En la zona alta se han detectado cultivos de hortalizas y pan coger, pero piden las directivas de Acuavalle que se verifique que cumplan con las autorizaciones concedidas por la autoridad ambiental porque este uso impide que llegue agua al sistema.
Es la primera vez que en 12 años de operación el Sara Brut presenta un nivel de reserva hídrica bajo y esto ha llevado que se empiece a racionar el horario de las plantas. “Estamos frente a una contingencia y se debe manejar”, dijo Swann.
Pozos, fuentes alternas.
Mientras en Vijes se realiza el mantenimiento del pozo profundo que permitirá brindar una alternativa para el abastecimiento de agua ante la situación que presentan las quebradas Carbonera y Villamaría, Acuavalle explora esta opción para otros municipios del Valle.
“Ante la situación que se presenta con las aguas superficiales, que con los periodos secos han disminuido paulatinamente, Acuavalle estudia alternativas de nuevas fuentes de agua y en ese sentido trabajará en la exploración de pozos”, dijo Alexander Sánchez, gerente de operación de la entidad.
El estudio avanza en determinar la exploración de nuevos pozos y la rehabilitación de algunos existentes como en La Unión y Zarzal.
Se analiza la posibilidad de buscar fuentes alternas en San Pedro, en Yotoco, La Victoria y Obando. “Nos preocupa la recurrencia de los periodos secos. Desde 2011 hemos tenido cuatro periodos con altas temperaturas y lo que tiene que hacer Acuavalle como operador del servicio es mirar junto con la Gobernación y la Cvc estas nuevas fuentes”, dijo Sánchez. Llevar a cabo el proyecto demanda al menos 15.000 millones de pesos.
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