Cartago acompañó a Luis Alberto Posada en su dolor por pérdida de su padre

CiudadRegion.com | Cartago | 16 JUN 2015 – 6:31 am

Decenas de cartagüeños entre amigos y simpatizantes del cantante de música popular Luis Alberto Posada, lo acompañaron durante la velación y sepelio de su padre don Brocardo Posada, quien falleciera el jueves anterior como consecuencia de un cáncer en los pulmones.

La cremación se llevó a cabo este lunes 15 de junio en el parque cementerio Prados de paz de la ciudad de Pereira a las 5:00 de la tarde, después de haber permanecido en velación desde el jueves anterior en la Funeraria Senderos de paz en la ciudad de Cartago.

“Fue un excelente padre, siempre me apoyó, me ayudó y estuvo siempre conmigo, acompañándome en todos los instantes de la vida, era un incondicional y me deja un gran legado” dijo Luis Alberro Posada a CiudadRegión.com.

Durante los días de velación, la sala siempre estuvo llena de amigos y simpatizantes del cantante Cartagüeño, quienes lo acompañaron en su dolor y le renovaron su amistad y aprecio.

“No tengo ningún remordimiento con mi padre porque le pude brindar la comodidad que él se merecía y no me alcanza la vida para retribuirle todo lo que él me dio, ante todo los valores que me enseñó: amor, honestidad, humildad, responsabilidad y toda esa huella que él me dejó perdurará hasta que el eterno me llame” dijo compungido Luis Alberto.

Como se recuerda, don Brocardo Posada tenía 78 años de edad y fue recluido en la Clínica el viernes anterior al presentar problemas de salud donde le practicaron varios exámenes, descubriéndose que padecía de un cáncer avanzado y silencioso en los pulmones, al practicarse la biopsia la enfermedad aceleró, debiendo trasladarlo a la Clínica Comfamiliar de Pereira donde falleció este jueves a la madrugada.

CiudadRegión.com y CartagoNoticias.com acompañan en su dolor al amigo de este medio de comunicación Luis Alberto Posada, a sus hijos e hijas, a sus hermanos y hermanas y hace votos para que la pena por la pérdida de este ser querido se convierta en un recuerdo grato e imborrable de don Borcardo.