Atacan a funcionarios del INPEC en el Valle; dos muertos y un herido, entre ellos un pensionado

Una serie de ataques contra guardianes y funcionarios del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC) ha sembrado el luto y la preocupación en el Valle del Cauca, dejando como saldo dos personas muertas y un herido. Los hechos violentos ocurrieron en los municipios de Buga, Tuluá y Palmira, generando conmoción en la región.

El primer incidente se registró en la mañana del martes en la cárcel de media seguridad de Buga, donde el dragoneante Leider Romo Rojas fue brutalmente asesinado a la entrada del centro penitenciario. El ataque, perpetrado por un individuo armado, cobró la vida del servidor público, quien se disponía a iniciar sus labores diarias en el área jurídica.

Tras ese hecho, y de casi manera simultánea, en Tuluá, otro dragoneante, identificado como Nicolás Torres Noreña, fue víctima de un atentado mientras se preparaba para iniciar su jornada en el establecimiento penitenciario local. Aunque resultó herido por disparos de arma de fuego, fue rápidamente trasladado a un centro médico cercano para recibir atención especializada.

Estos ataques se suman al homicidio de este lunes de Néstor Eduardo Quevedo Díaz, quien, aunque ya estaba pensionado del INPEC, fue asesinado en el barrio Olímpico de Palmira. Estos sucesos han generado una profunda consternación en la comunidad y un llamado urgente a las autoridades para esclarecer los hechos y llevar a los responsables ante la justicia.

En un comunicado oficial, el INPEC expresó su rechazo y condena ante estos actos de violencia, manifestando su compromiso con la seguridad y la integridad de sus servidores penitenciarios. Asimismo, hizo un llamado a las autoridades competentes para que se realice una exhaustiva investigación que permita identificar y capturar a los responsables de estos actos criminales.

La ola de violencia contra el INPEC ha generado preocupación en la región, resaltando la importancia de fortalecer las medidas de seguridad en los centros penitenciarios y garantizar la protección de quienes trabajan en el sistema carcelario. La comunidad espera respuestas contundentes por parte de las autoridades para evitar la repetición de estos lamentables sucesos.