El paro camionero continúa afectando significativamente la movilidad en el área metropolitana de Pereira, con bloqueos y cierres de vías por parte del gremio transportador que exige soluciones al incremento en el precio del ACPM y a los costos de operación. Desde la mañana del miércoles, varios conductores han obstaculizado el tránsito en puntos estratégicos, esperando una respuesta satisfactoria por parte del Gobierno Nacional.
Desde las 9:00 de la mañana del día de ayer, los transportadores se tomaron la vía que comunica los municipios de Dosquebradas y Santa Rosa de Cabal, especialmente a la altura de la glorieta del sector de La Romelia. Durante todo el día, ejecutaron cierres parciales como protesta frente a las recientes declaraciones del Gobierno Nacional sobre el alza del ACPM. Esta situación ya se había presentado el martes 3 de septiembre en el mismo punto, pero tras negociaciones entre el gremio y la administración municipal, los bloqueos se disiparon temporalmente para garantizar la seguridad de los hinchas del Once Caldas que se encontraban en Pereira para el clásico cafetero.
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El paro de transportadores ha generado importantes afectaciones en Pereira. Durante la tarde y la noche, se reportaron largas filas en las estaciones de gasolina debido al temor de un cierre total de las vías. Muchas estaciones cesaron actividades por la falta de combustible disponible. Los bloqueos en las zonas de La Romelia y Cerritos atraparon a miles de personas, quienes solo pudieron avanzar de manera intermitente durante 15 minutos cada hora, con prioridad para las ambulancias.
Para este jueves se prevén cierres en las vías de acceso y salida de Pereira y Dosquebradas.
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El alcalde de Pereira, Mauricio Salazar, hizo presencia en el punto de bloqueo en Cerritos cerca de las 10:30 de la noche, donde, tras una larga discusión con los manifestantes, logró que se permitiera un corredor de movilidad para dar paso a los ciudadanos que llevaban más de cinco horas atrapados en el tráfico, incluidos niños de colegios de Cerritos. El mandatario expresó su comprensión hacia los transportadores, pero enfatizó que el perjuicio para los ciudadanos era considerable y que no podía permitirlo como primera autoridad.
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Carlos Tangarife, vocero de los transportadores en Risaralda y de la Asamblea Nacional de Transporte, ha explicado que el bloqueo de la vía es una medida indefinida debido a la falta de respuesta satisfactoria por parte del Gobierno Nacional. Aclaró que la protesta no solo es por el alza del combustible, sino también por la regulación del SICE-TAC (Sistema de Costos Eficientes de Transporte de Carga). Según Tangarife, este sistema, en su estado actual, permite que las empresas se queden con la mayor parte de las utilidades, mientras los transportadores reciben una mínima parte.
Además, Tangarife destacó que el gremio enfrenta problemas de inseguridad en las vías, por lo que también han solicitado soluciones al gobierno. La situación se agrava con la incorporación de otros sectores, como el gremio de volqueteros, que se unieron a la protesta y bloquearon completamente la zona de Cerritos, afectando el tránsito de vehículos particulares y de transporte público, como el servicio de alimentadores de Megabús, suspendido por más de cinco horas.
La Superintendencia de Transporte informó que, en sus labores de vigilancia y control al cumplimiento del SICE-TAC, ha requerido información a 3.023 empresas del sector en todo el país, realiza 2.287 averiguaciones preliminares y ha fallado —en primera instancia— 1.483 investigaciones sancionatorias que suman más de $40 mil millones, con corte al primero de septiembre de 2024. Esta cifra refleja la magnitud de las irregularidades en la implementación del sistema.
El Jefe de Estado ha indicado que “en Colombia el precio del ACPM es subsidiado más del 50% por el Gobierno, esto es insostenible en el tiempo, ya que se están usando recursos públicos que tendrían que beneficiar a la población más vulnerable del país. Nivelar el precio del diésel es necesario porque el Estado no tiene los recursos para mantener este subsidio, por eso estamos manteniendo diálogos y trabajando con el gremio del transporte para lograr consensos que beneficien realmente al país”.
Frente al aumento del precio del diésel, el Gobierno ha fijado su posición: congelar el precio mientras se logra una concertación con los transportadores. Sin embargo, esta medida temporal no ha sido suficiente para calmar las tensiones, y el gremio mantiene sus demandas por soluciones concretas y de largo plazo.
La situación en Pereira y el resto del país sigue siendo crítica. Los bloqueos continúan afectando a miles de ciudadanos y la tensión crece a medida que se extiende el paro camionero. Las autoridades locales buscan mitigar el impacto de las protestas y garantizar el derecho al libre tránsito de los ciudadanos. Sin embargo, el éxito de estas gestiones depende en gran medida de la capacidad del Gobierno Nacional para entablar un diálogo efectivo y llegar a acuerdos que satisfagan las demandas del gremio transportador.
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