La capital de Risaralda ha presenciado una destacada inversión conjunta de aproximadamente $10.400 millones, liderada por la Alcaldía en colaboración con la Diger y Aguas y Aguas de Pereira. Este proyecto ha dado lugar a una serie de obras civiles significativas destinadas a mitigar riesgos y mejorar la canalización de la Quebrada La Dulcera.
La iniciativa, que corresponde a la fase 1 del primer tramo, ha centrado sus esfuerzos en el saneamiento hídrico de la zona de influencia de la quebrada. Además, busca proteger la infraestructura de los servicios públicos de acueducto y alcantarillado en el suroriental sector de la ciudad.
Los trabajos emprendidos en la Quebrada La Dulcera representan una respuesta a una situación crítica de riesgo. La canalización existente, que data de hace más de 35 años, se encontraba en condiciones deterioradas y corría el riesgo de colapsar. Esta infraestructura había sido intervenida de manera inadecuada en el pasado, acumulando basura y escombros a lo largo de los años debido a la urbanización de la ciudad.
El tramo 1 de la canalización, que mide aproximadamente 897 metros y tiene profundidades de hasta 15 metros, fue segmentado en 3 fases de intervención. La primera fase, que ha sido completada, abarcó alrededor de 140 metros y presentaba un riesgo inminente de colapso.
El proceso de intervención se caracterizó por el uso del método de túnel Liner, una tecnología amigable con el medio ambiente que permite excavaciones efectivas en suelos de llenos, escombros y basura. Este método también mejoró la seguridad laboral al reducir los riesgos asociados con este tipo de obras.
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Durante la intervención, se construyeron tres pozos de acceso vertical con láminas de túnel liner, facilitando la extracción de material y la instalación de la nueva canalización. La obra también incluyó anclajes para proteger taludes adyacentes, así como la reconstrucción de pavimento y la construcción de estructuras de descarga en concreto de alta resistencia.
La ejecución de esta fase inicial representa un importante hito en el proyecto de canalización de la Quebrada La Dulcera. Se estima que la fase II requerirá una inversión cercana a los $20.000 millones y se llevará a cabo en el futuro, con el respaldo financiero de Aguas y Aguas y la Administración Municipal.
Este proyecto no solo contribuye a resolver un problema estructural sino que también ha fortalecido la seguridad de la infraestructura circundante, incluyendo una clínica y el Megacable.
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