Alertan por riesgo en ladera del río Otún y estabilidad de puente Pereira-Dosquebradas

La Corporación Autónoma Regional de Risaralda (Carder) ha emitido una advertencia sobre el riesgo en la ladera del río Otún, especialmente en el tramo que conecta Pereira y Dosquebradas. Según informes técnicos, este sector ha sufrido deslizamientos y erosión acelerada durante los últimos 24 años, lo que lo convierte en un punto de alto riesgo para la realización de eventos masivos.

Eventos masivos en riesgo en la ladera del río Otún

Uno de los principales llamados de la Carder es evitar la realización de actividades que congreguen multitudes en esta zona, como el tradicional Viacrucis de Semana Santa, pues la inestabilidad del terreno podría provocar una tragedia.

Julio César Gómez, director de la entidad, enfatizó que la ladera presenta fallas geológicas agravadas por las dinámicas hídricas del río Otún, además de problemas estructurales debido a la tubificación del suelo.

Preocupación por el puente entre Pereira y Dosquebradas

Además del peligro en la ladera, los estudios también revelan fallas en la estructura del puente que une Pereira con Dosquebradas.

Según análisis preliminares, la falta de mantenimiento ha debilitado la resistencia del puente, lo que podría comprometer su capacidad para soportar grandes volúmenes de tránsito peatonal.

Los expertos han identificado patologías estructurales en la construcción, lo que representa un riesgo potencial para la seguridad de quienes lo transitan a diario.

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Medidas de prevención para el Viacrucis en Dosquebradas

A pesar de la preocupación, las autoridades han implementado acciones para minimizar el riesgo durante el Viacrucis en Dosquebradas, un evento de gran relevancia histórica y cultural que ha sido recuperado por la administración local tras más de 30 años de abandono del sector.

Para garantizar la seguridad de los asistentes, la Alcaldía de Dosquebradas ha liderado una mesa técnica interdisciplinaria, implementando medidas como:

• Monitoreo con mojones topográficos, para evaluar posibles desplazamientos del terreno.
• Seguimiento a las condiciones climáticas a través de la estación hidroclimatológica de La Esneda.
• Control del aforo, con el fin de evitar sobrecargas en zonas de riesgo.
• Plan de contingencia, que incluye la evaluación técnica de la estabilidad de los taludes y obras para mejorar el drenaje de aguas.

Aumento de lluvias agrava la situación

Otro factor preocupante es el incremento de las lluvias en el primer trimestre del año.

• En enero, los niveles de precipitación oscilaron entre 200 y 350 milímetros.
• En febrero, los registros superaron los 300 milímetros.
• Actualmente, las mediciones están por encima de los 500 milímetros, un nivel que no se veía desde 2019, año en que múltiples deslizamientos afectaron a Pereira y Dosquebradas.

El geólogo Jaime Guzmán Giraldo, de la subdirección de gestión ambiental territorial de la Carder, advirtió que las lluvias continuas pueden acelerar los procesos de erosión y provocar nuevos deslizamientos.