El sistema de acueducto de Filandia enfrenta una grave crisis que podría llevar a su colapso en múltiples puntos. Un diagnóstico técnico reciente ha revelado fisuras y rompimientos en varias áreas del acueducto, además de identificar al menos siete lugares con riesgo de deslizamientos y movimientos en masa que podrían agravar aún más la situación.
El alcalde de Filandia, Duberney Pareja, informó que el acueducto tiene más de 50 años de antigüedad y fue construido con asbestos cemento, un material conocido por sus riesgos para la salud, específicamente por ser altamente cancerígeno y estar prohibido internacionalmente.
Ante la inminente amenaza de colapso y para evitar un severo racionamiento de agua en la localidad, la alcaldía ha declarado la Calamidad Pública. Esta medida busca agilizar la obtención de recursos necesarios para actuar de manera inmediata y mitigar la crisis.
Jaider Alexánder Hidalgo González, director de la Unidad Departamental de Gestión de Riesgo y Desastres (UDEGRD) de la gobernación del Quindío, explicó que están esperando la entrega oficial del decreto municipal de la declaratoria de Calamidad Pública (decreto 106 del 24 de julio de 2024) para escalar la situación a la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo y Desastres (UNGRD). Este paso es crucial para asegurar los fondos y recursos necesarios para abordar la problemática del acueducto.
En el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo y Desastres se ha reconocido la gravedad de la situación en Filandia. “Filandia hará una declaratoria de Calamidad Pública por la abducción del agua, lo que provocará una carencia en el municipio. Estamos totalmente en apoyo de sus necesidades y seremos el puente para trasladar la situación a la UNGRD”, afirmó Hidalgo González.
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El riesgo de colapso del acueducto no solo amenaza con un severo racionamiento de agua, sino que también pone en peligro la salud de los habitantes de Filandia debido a la exposición al asbestos cemento. La combinación de infraestructura envejecida y materiales peligrosos subraya la urgencia de una intervención rápida y efectiva.
Las autoridades locales y departamentales están coordinando esfuerzos para implementar medidas inmediatas que eviten el colapso total del acueducto. Esto incluye la identificación y reparación de fisuras, estabilización de áreas con riesgo de deslizamientos y movimientos en masa, y la planificación de una renovación completa del sistema utilizando materiales seguros y modernos.
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