En la época más bonita de su vida Jhojan Stiven Mosquera vivió en carne propia los estragos de violencia que vivió el país, cuando una bala perdida le truncó su sueño de convertirse en un gran futbolista, que lo dejó postrado en una silla de ruedas.
A sus 18 años, Jhojan levanta 49kg de pesos en la disciplina deportiva de powerlifting; después de tener que aceptar, entender y ajustarse a esta nueva forma de vida, gracias a que conoció a la profesora Carmen y la motivación de su madre Ángela Mayorga, quien trabaja como enfermera en casa, lo motivaron para ajustarse a esta nueva forma de vida.
Stiven aprendió a entrenar y perfeccionar su estado físico. Del powerlifting espera que sea una puerta para salir adelante al lado de su madre y sus tres hermanos, y por medio del deporte ayudar al país.
Jhojan Mosquera lleva un año y medio practicar esta disciplina y su mayor logro hasta ahora ha sido representar al municipio de Zarzal en estas justas. Desde el momento que la discapacidad golpeó muy fuerte a toda su familia, su mamá se convirtió en su mayor fortaleza y motivación a no rendirse y seguir sus sueños.
La vida de Stiven transcurre entre largas hora de entrenamiento en las cachas Panamericanas de Cali, compartir con sus compañeros de entreno, las terapias de recuperación y la televisión.
En esas largas horas de entreno Jhojan Estiven y sus inseparables compañeros de entreno, comparten un sueño en común: ir a Tokio 2020 y dejarlo todo en el sillín, en el deporte que se lo está dando todo en la vida.
En un tono suave pero contundente Jhojan Stiven Mosquera, invita a todos los jóvenes a estar en el deporte y a los que no están en el deporte, que si les pasa alguna dificultad no se queden ahí, y que sigan adelante.
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