La inquietud por los retrasos en los giros directos de las Entidades Promotoras de Salud (EPS) hacia la red de salud pública ha captado la atención del Gobierno del Valle, por lo que la gobernadora Clara Luz Roldán ha expresado su compromiso de preservar la integridad de la red de salud pública en la región.
La Secretaría de Salud del departamento, encabezada por María Cristina Lesmes, ha comunicado que los giros directos provenientes de Emssanar EPS y Asmetsalud, ambas bajo la intervención de la Superintendencia de Salud, están experimentando demoras de hasta 8 días en su entrega a la red de salud pública. Esta situación plantea la necesidad urgente de que los recursos coincidan con la facturación mensual de las instituciones que brindan servicios de salud.
En palabras de María Cristina Lesmes, «La Superintendencia hace referencia a un solo tipo de recursos que son los de giro directo de Emssanar EPS y Asmetsalud que tienen una medida especial, y efectivamente como lo ha dicho, ese giro directo se ha mantenido en el tiempo y está llegando con ocho días de atraso, es un recurso que debía llegar el 10 de cada mes y está llegando al día 18 lo que significa un atraso en los pagos».
La secretaria de Salud también aclaró que la mención del Superintendente de Salud se limita a estos recursos específicos y no abarca otros fondos destinados a la red de salud pública. Es importante destacar que estos giros directos no cubren la totalidad de la facturación mensual de las instituciones, lo que da origen a una brecha financiera que con el tiempo se convierte en una deuda significativa para las EPS involucradas, generando una preocupación constante para el departamento.
En este contexto, la Secretaría de Salud del Valle, en colaboración con el Gobierno del Valle, está trabajando arduamente para agilizar modificaciones en los contratos con el objetivo de lograr un equilibrio financiero para las EPS. Esto permitiría a los hospitales recibir los ingresos necesarios y, en última instancia, garantizar una oferta de servicios de calidad y oportunos para las EPS involucradas y otras entidades.
María Cristina Lesmes reiteró: «Nosotros necesitamos que el pago de los recursos de salud coincida con la facturación de los mismos». Esta declaración cobra aún más relevancia en el contexto de una deuda de más de $240 mil millones por parte de Emssanar, acumulada en los últimos meses. En contraste, la deuda de Asmetsalud es menor, alrededor de $10 mil millones, debido a una población más reducida.
En sintonía con estas preocupaciones, Irne Torres, gerente del Hospital Universitario del Valle, subrayó que el objetivo no es denegar los pagos, sino señalar la dilación en su entrega. Torres enfatizó: «no estamos diciendo que no están pagando, estamos diciendo que el pago se está dilatando, y no entendemos por qué, cuando hay suficiente información para que el pago del hospital tenga una intervención por parte de la Superintendencia en virtud de que existe una cartera». Los pagos fuera de plazo están ejerciendo un impacto negativo en la operatividad del hospital, comprometiendo su estabilidad.
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Torres también subrayó que el Hospital Universitario del Valle no está recaudando más del 60% de su facturación, mientras que los costos operativos superan el 75%. Sin embargo, los pagos recibidos por parte de las EPS no reflejan un equilibrio proporcional a los costos operativos, generando una disparidad financiera.
La situación actual plantea un desafío crucial para la red de salud pública en el Valle. El trabajo conjunto entre la Secretaría de Salud, el Gobierno del Valle y las EPS involucradas es esencial para encontrar soluciones que garanticen una distribución equitativa y oportuna de los recursos, protegiendo así la calidad y la disponibilidad de los servicios de salud para los ciudadanos de la región.
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